Amapolas secas || OT 2023 Polvorones

Capítulo 9: Gala 9. La despedida

MAÑANA

POV: Álvaro

Sueño que estoy en una boda. Hay un gran banquete y varios invitados rodean las mesas y se deleitan con los aperitivos.
Aunque no me puedo ver entero, miro abajo y observo que voy arreglado, pero que para nada soy yo el que se está casando.

Alguien coge un micro y una voz retumba por los altavoces del lugar.

- Jamás pensaría que llegara el momento de ver a mi querido Pablo casarse - dice la voz, y es ahí cuando alzo la mirada y me encuentro con un señor mayor en una especie de escenario - Estoy tan orgulloso de mi hijo, de toda la carrera musical que lleva encima y ahora que por fin va a empezar una carrera más importante: familiar.

Las personas a mi alrededor aplauden con alegría, y busco entre la muchedumbre alguna cara conocida, pero soy incapaz de reconocer a nadie.

- Pero bueno - continua el señor - Hoy no es mi día, así que ya me voy a ir que soy muy pesado - la gente ríe - Le cedo la palabra a los protagonistas.

El señor baja y el escenario se queda vacío por un momento. Entonces es ahí cuando lo veo: lleva un esmoquín y su color de pelo vuelve a ser moreno. Está igual de guapo que siempre, pero se nota que cuando sea que haya llegado a parar yo, es un momento en los que los años han pasado.

Estoy tan anonadado fijándome en él, que apenas me percato de la chica que tiene al lado. Va vestida de blanco, como cualquier novia, y no me suena haberla visto en la vida.

- Gracias, papá - dice Paul, con una voz más madura de la que pueda recordar - Estoy tan contento de que estéis todos aquí hoy. - barre con la vista a los presentes - Mis familiares, amigos, productores, compañeros de música ... Gracias a todos por estar aquí.

Le siguen más aplausos.

- Y sobre todo, gracias al amor de mi vida, por apoyarme en mis peores momentos, por ser mi musa, por todo. - ahora se dirige a la novia, y se inclina para depositarle un beso.

La gente vitorea y aplaude con fuerza, y yo me fuerzo para no apartar la mirada.

La boda continúa, y los invitados se empiezan a mezclar. Yo sigo sintiéndome perdido, sin saber muy bien dónde meterme.

- Hola, - se acerca un señor al que tampoco reconozco - ¿Álvaro, verdad?

Sonrío cordialmente.

- Sí, así es.

- Recuerdo verte en Operación Triunfo hace unos años... Qué recuerdos. Te tenía perdida la pista, ¿sigues cantando?

Antes de poder contestar, otra persona lo hace por mí.

- Claro que sigue cantando. Solo que va más a su rollo.

Paul se posiciona a mi lado y aprovecha para posar una mano en mi hombro y darme un apretón.

- Oh, ya veo - dice el señor - Bueno, Paul Thin, enhorabuena por tu boda. Muy bonita. Seguro que mañana todo el mundo habla de ella.

El señor se marcha y se une a otros invitados. Paul se queda junto a mí.

- Gracias por venir, Álvaro.

Yo, confundido todavía con la situación, aprovecho para agarrarle del brazo y llevarle a un rincón más alejado.

- Sé que va a sonar raro, pero... ¿ Qué pasó con nosotros?

Paul abre mucho los ojos, y tuerce el gesto.

- Álvaro, estamos en mi boda...

- Responde.

El aludido suspira y parece rendirse.