POV: Álvaro
Estoy en Granada. La luz del sol acaricia mi cara. Escucho el canto de pájaros alzándose al vuelo. Me rodean casas pintorescas en estrechas calles de adoquines.
— ¿Vamos? — anima mi acompañante.
Cruzamos varias callejuelas. Parece que somos los únicos viandantes de esta pequeña ciudad.
Sierra Nevada se erige en lo alto, y con ella puedo identificar la Alhambra.
El chico no dice nada y se limita a coger de mi mano. Recorremos más calles, casi corriendo, aunque no hay nada que nos persiga.
Suelto una risa y él me acompaña con otra. No sé a donde voy, y tampoco me importa demasiado.
Subimos por una escalinata, y antes de que me de cuenta, estamos a las puertas de la ciudadela árabe.
— Se qué es lo más típico del mundo, — admite tímido — pero te quería traer aquí.
No nos impide nadie el paso. El lugar está aparentemente vacío. Recorremos los jardines, observamos los palacios, y aunque no sé mucho de arquitectura, aprecio el arte que me rodea.
— ¿A qué es bonito?
Estamos cerca de una pasarela rodeada de flores, y asiento al fijarme en los arcos y los grabados.
— Es muy bonito — contesto y me giro, observándole por primera vez.
Él ni siquiera está de cara a la pasarela, y me pregunto a qué habrá llamado bonito. Hay una luz especial que le rodea. En su mirada noto una chispa de algo. El pelo le cae de lado, y me resisto para no peinárselo.
— Gracias por llevarme aquí.
Da un paso y me rodea en sus brazos. Me pilla de sorpresa, pero no me quejo.
— Claro que iba a traer a mi novio aquí.
Cierro los ojos y aspiro su aroma.
— Novio. — repito.
Muevo la cabeza para volver a estar cara a cara con él, y apenas me separan unos milímetros para poder rozar mis labios con los suyos. Voy a hacerlo y...
—¡Álvaro, despierta! — grita Juanjo.
Echo un quejido doloroso. No abro los ojos intentando volver a dormir.
— ¡Álvaro!
Noto que la manta se escurre de mi cuerpo. Abro los ojos y me encuentro a Juanjo mirándome desde arriba.
— ¿Vas a levantarte de una vez? — me recrimina.
Miro hacia arriba. Ya no hay sol ni pájaros. Es un techo blanco.
— Llevas dos días sin despertarme, ¿Por qué hoy sí?
Entierro mi cara en la almohada y espero a que se vaya y me deje en paz. Sin embargo, algo tira de mi pierna y acabo cayendo al suelo.
— ¡Ay, eso duele!
Juanjo resopla.
— Más dolera si llegas tarde a fitness, que ayer vi que ibas justillo.
No digo nada y me levanto a regañadientes para prepararme en el día. Salgo del cuarto, y me fijo en la cámara que apunta a mi dirección.
— Buenos días, mundo — digo. No para mí.
POV: Paul
No duermo mucho hoy. Le doy vueltas a lo que sea que pasó ayer, preguntándome una y otra vez si no me estaré imaginando cosas.
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Amapolas secas || OT 2023 Polvorones
FanficDespués de una gala complicada, Paul y Álvaro se enfrentan a una semana en la que deben ser rivales al estar los dos nominados. Lo que no esperan es que en ese proceso se encuentren sintiendo cosas que no deberían sentir los rivales. Ni los amigos. ...