Capítulo 2

122 13 3
                                        

—Un día muy tedioso

Tokito continuaba con su concentración en afinar su guitarra, ignorando completamente la entrada de Ginko

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tokito continuaba con su concentración en afinar su guitarra, ignorando completamente la entrada de Ginko. Su mente se centraba en cada nota, cada cuerda que necesitaba ajuste. Sin embargo, la presencia persistente de la mujer eventualmente lo sacó de su trance.

"Joven Tokito, aquí está la lista de sus canciones que me solicitó", anunció Ginko, extendiendo un papel hacia él.

Muichiro levantó la mirada, apenas desviando su atención de la guitarra. Tomó el papel con una leve inclinación de cabeza, sin expresar demasiado agradecimiento.

"Gracias", murmuró en respuesta, su voz apenas un susurro.

Ginko asintió y se retiró de la habitación, dejando a Muichiro a solas con sus pensamientos y su guitarra. Mientras repasaba la lista de canciones, su mente vagaba por los recuerdos fragmentados que trataba de reconstruir. Cada acorde, cada melodía, era una pista en su búsqueda de su identidad perdida.

Sin embargo, su momento de introspección fue interrumpido por un suave golpe en la puerta. Kanamori asomó la cabeza con una sonrisa amable.

"¿Puedo pasar?", preguntó con cortesía.

Muichiro asintió, invitándolo a entrar. Kanamori entró con su típica calma, cerrando la puerta detrás de él. Se acercó con una expresión serena, observando al joven músico con curiosidad.

"¿Cómo se siente hoy,  joven Muichiro?", preguntó con delicadeza.

Muichiro se encogió de hombros, sin estar seguro de cómo responder. Era consiente del porqué el adulto se encontraba ahi; el choque entre su hijo adoptivo y él. Se mantenía indiferente ante eso. Simplemente giró su rosto.

"Estoy bien", respondió finalmente, aunque la palabra sonaba vacía incluso para él.

No intentaba justificarlo, su amnesia había dejado un vacío en su interior, una sensación de desconexión con el mundo que lo rodeaba. La música era su único consuelo, su única forma de expresarse sin hacerlo directamente.

Kanamori asintió comprensivamente, sin presionarlo para que explicara más. Se sentó frente a él, adoptando una postura relajada mientras continuaba la conversación.

“lamento el comportamiento de Kotetsu, es un poco... Impertinente, para no decir otra cosa” Explicó mientras ponía su mano en su propia cabeza.

"Has estado trabajando duro en tus canciones últimamente", observó con una sonrisa tranquilizadora. "¿Cómo te sientes acerca de tu próxima presentación?"

From the StartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora