Capítulo 5

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—Melodías


“¿Me puede volver a recordar el por qué estamos aquí?”

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“¿Me puede volver a recordar el por qué estamos aquí?”

"¿De nuevo con esa pregunta? Estamos aquí para dejar atrás la miseria que solías llamar hogar, Kotetsu", respondió con fastidio ante las sarcásticas preguntas del más joven, quien sostenía una palita entre manos, visiblemente incómodo y molesto.

Antes de retirarse, Ginko le entregó una lista de tareas pendientes, todas ellas planeadas desde hace tiempo pero nunca llevadas a cabo, hasta ahora. Kanamori se las arregló para calmar los ánimos entre Kotetsu y la mujer, evitando que esta última se fuera con mal genio.

Por otro lado, Muichiro estaba callado junto a Haganesuka, quien lo miraba con la misma cara desde el pequeño incidente. El hombre de lunar básicamente había despedido a Ginko por parte de todos los demás.

Hablando de la lista; esta tenía un montón de cosas por hacer, y una de ellas era arreglar el jardín. El mayor de ojos naranjas le pidió a Kotetsu que lo ayudara, pero este se negó en redondo, diciendo que eso era pan comido y que no necesitaba ayuda. Pero Haganesuka lo arrastró hasta allá a la fuerza, lo que provocó un montón de quejas y gritos por parte del joven Kotetsu.

Pasando al presente...

Ya transcurrían aproximadamente dos horas durante las cuales se dedicaron a retirar algunas flores que mostraban signos de marchitez notable. Kanamori había hecho mención anteriormente de que a la difunta madre de Muichiro le complacían las Dalias, por lo cual les había solicitado que sembraran algunas, con el propósito de que el joven de iris menta pudiera evocar algún recuerdo de su madre.

Mientras Kotetsu y Haganesuka trabajaban en el jardín, la tensión entre ellos aumentaba con cada momento. Haganesuka, frustrado por la actitud de Kotetsu, no pudo contener su malhumor por más tiempo y lanzó un puñado de tierra en dirección al joven testarudo.

"¡Ey! ¡¿Qué le pasa?!" exclamó Kotetsu, devolviendo el gesto y arrojando tierra de vuelta a Haganesuka.

"¡Tú eres el que está causando problemas con tu actitud de niño mimado!" replicó Haganesuka, esquivando la tierra y lanzando más en respuesta.

La pequeña pelea de tierra se intensificó rápidamente, cm lanzándose tierra el uno al otro mientras Kanamori observaba con exasperación y Muichiro permanecía en silencio, sin intervenir.

Después de unos minutos de pelea, Kanamori intervino con voz firme: "¡Basta ya! ¡Dejen de comportarse como niños y terminen lo que vinieron a hacer aquí!"
Haganesuka, a pesar de su actitud juvenil, no era tan joven como Kotetsu. Su experiencia y madurez relativa le daban una perspectiva diferente en la situación.

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