CAPÍTULO 8.

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Enviaron la respuesta sobre los resultados hechos en el laboratorio esa misma tarde a sus teléfonos móviles.

Apenas habían llegado a su departamento cuando la notificación en conjunto les hizo mirar a sus respectivos celulares. Jungkook incluso hasta creyó que los estaban espiando por el momento tan preciso en el que había ocurrido y miró a todos lados como preguntándose donde estaban instaladas las cámaras de seguridad que seguramente estarían escondidas.

Ambos, estando en la sala de su hogar, vieron sus resultados. Seokjin saltándose toda la palabrería del agradecimiento por la preferencia, el consentimiento previo y la toma de su decisión en base al resultado obtenido en las pruebas y etcétera.

Pego el grito al cielo asustando a Jungkook quien aún se leía las primeras líneas escritas en el archivo anexado donde le agradecían su decisión de aceptar estar dentro de la empresa. Miró con curiosidad al gesto horrorizado de Seokjin que nunca había visto antes y alzó una ceja preguntándose el porqué de su reacción.

— Deben estar bromeando... —susurró bajo, pero aun fue audible a oídos de Jungkook— Es una maldita broma de Kim Namjoon. Voy a cortarles las bolas a él y al maldito rubio de su novio.

Rabio el castaño y siguió echando chispas mientras movía sus dedos por la pantalla de su teléfono. Jungkook más curioso que antes se apresuró a bajar donde sus resultados le denominaron como TOP y le informaban acerca de lo que su rol conllevaba.

Entonces volviendo a ver a Seokjin se preocupó por el desesperado teclear de los dedos ajenos en el móvil, posiblemente matando de mil maneras a Namjoon en un mensaje de texto. Se preguntó, ¿que era ser un "top" en una relación de dos chicos?

E investigó.

Buscando en la primera página que pudo encontrar, se dio cuenta que no era nada fuera de este mundo. El mundo al que a partir de hoy permanecía se resumía en "Dar y recibir" y básicamente leyó que el rol del top no debía hacer mucho, más que saber 'preparar' al receptivo para lo que él le brindaría.

Así que no se preocupó de mucho, si se detenía a pensarlo, sonaba lo que haría normalmente con una chica.

Lo complicado en sí, lo tendría la parte receptora, pensó. Pues en su creencia fiel de que tener un palo en el culo era malditamente molesto, no se imaginó nunca estar en ese papel.

Sin embargo, lo intento.

Cuando la chica del laboratorio le explicó lo que haría, tuvo una extraña sensación de incertidumbre que no mostró a la joven de nombre Ryujin. Ella fue muy amable, hablando de su novia que le esperaba en casa, habló y habló logrando sacarle un tema de conversación que le distrajera lo suficiente mientras ella le introduciría un dedo enguantado en el culo. Si bien Jungkook no opuso resistencia, la sola sensación le despertó una incomodidad que nunca en su vida había sentido.

Dando por finalizada la prueba realmente creyó que él sería quien tendría que entregar su virgen trasero y estuvo prácticamente mentalizándose para eso en todo el camino.

Incluso pensó en pedirle consejos a Jimin sobre qué hacer en esa situación. Por suerte, no sería el caso.

Y ahora entendía la reacción exagerada de Seokjin y casi se rio del pobre desgraciado.

— ¿Que te dicen, Jin? —el castaño le ignoro siguiendo su acción de casi romper el teléfono con los dedos— Seré el top, ¿estuvo bien, no? —dijo ganándose una mirada de Seokjin que afirmaba que iba a asesinarle— Ve el lado positivo Jin, cuidaré de tu culito mejor que nadie.

El castaño dejo de escribir bajando su teléfono mirando detenidamente a un peli purpura que se dio la vuelta para avanzar por la sala del departamento. Seokjin apretó su teléfono en su puño soltando una maldición para sí mismo que iba dirigida hacia Jungkook, quien ya se había alejado dejándole con toda su mierda junta.

Lights... camera... hyung!!! - 정진Donde viven las historias. Descúbrelo ahora