CAPÍTULO 10.

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No sabe que le había motivado a hacer aquello pero estaba completamente seguro de que no debía volver a hacerlo.

Sus ojitos se veían tan tristes mientras su mano calmaba el ardor que sentía en su mejilla izquierda y su labio sobresalía en un visible puchero. Vamos si, quería robarle un beso a Seokjin pero no sabia que esperaba a ciencia cierta de él.

¿Qué se dejará besar y le gustará?

Debió ser lo último considerando la naturaleza homofóbica de su amigo.

Por otro lado Jin seguía gritando incoherencias sobre lo mucho que quería matar a Jungkook, con sus ojos desorbitados y el cuello y orejas tan rojas como la mejilla del menor. Habían estado tan bien y de la nada el que Jungkook le quisiera besar lo desquicio.

¡El no era gay!

— Escúchame bien Jeon Jungkook —dijo con una voz que hizo al pequeño echar abajo sus inexistentes orejas de cachorro— Si vamos a hacer esto de coger para pagar nuestras deudas quiero que tengas en cuenta algo y que se te quede bien grabado en esa puta cabeza —se acercó peligrosamente al pequeño que por instinto llevó sus manos a su cabeza para protegerse— No quiero nada de besos, ¿oíste?

El otro chico asintió lento viendo como se calmaba su compañero, pero la mirada de rabia seguía latente y Jungkook no dudaba que quisiera asesinarle si quiera movía un solo dedo.

— Sólo vamos a follar. Tu solo eres mi compañero de piso, no te hagas ideas tontas. Sigo amando tanto el cogerme a las chicas. Las deseo. Y no porque vaya dejar que metas tu maldito pene en mi vaya a amarte de la nada. Antes me mato si algo como eso sucede —termino por salir de la tienda de música ignorando el sutil quejido de Jungkook al volver a tocarse la mejilla.

Eso quería decir que no habría cena, ¿cierto?

Suspiró más que cansado contando hasta sabrá Diosito que número para intentar calmarse y volvió a su lugar para esperar a la hora de cierre que estaba muy próxima.

Honestamente estaba pensando mucho en su compañero de piso, Seokjin seguía siendo alguien a quien debía poner mucha atención. No entendía a veces sus acciones y confundía a Jungkook notablemente.

Como si fuera un rayo de sol en un día gris con tormenta eléctrica.

Fiel a su palabra cerró la tienda enviando un mensaje antes a Choa de que se encargaría de todo al día siguiente con la respuesta de un emoji de carita sonriente de parte de la chica de cabellos coloridos. Jungkook salió a caminar por las calles con las manos en los bolsillos y AMIGDALA de su interprete favorito en los cascos puestos. Debería ir a una tienda cercana por algo de comida en vista de que no habría cena pagada. Ahora ni siquiera quería volver a poner un pie en su hogar.

Visualizo a lo lejos una tienda de conveniencia y entró en ella. Una mujer mayor atendía a un par de chicas en la caja, Jungkook se adentro más deteniéndose en el pasillo para tomar un ramen instantáneo. Que más daba si comía en ese lugar, nadie le esperaba en casa y al llegar iba a encerrarse en su habitación evitando el incómodo momento que había tenido con Jin hace unos momentos en la tienda de música.

En algún momento volverían a verse a la cara pero Jungkook no apresuraría las cosas.

Y no sería él quien presionará, a no.

Vertió sus fideos en el bol con agua tibia esperando el tiempo necesario mientras que a la vez preparaba una bebida helada y buscaba un snack con que acompañar su comida. Tomo sus cosas y pagó en la caja sonriendo a la señora que le daba su cambio con otra sonrisa. Salió y tomo asiento en los lugares que la tienda tenía fuera para pasar el rato y se cruzo de piernas al estilo indio esperando que los fideos no fueran a quemarle su boca.

Lights... camera... hyung!!! - 정진Donde viven las historias. Descúbrelo ahora