CAPÍTULO 5.

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De nuevo, de pie frente al gran y lujoso edificio que los tenía cegados a ambos, con la vista en el alto, el cielo como único refugio y el suelo como consuelo de su miseria; Jungkook volvió a mirar a su amigo para confirmar si aún quería hacer aquello por lo que habían venido y no salir huyendo cuando él se descuidara en el primer momento. Seokjin se miraba inseguro como nunca antes había visto, él veía nervioso hacia el alto edificio al que juro jamás volvería a ver de nuevo en su vida pero que aquí estaba.

Movió de manera inquieta sus manos intentando eliminar el sudor que las recorría por el creciente miedo y se miraba un pequeño tic en sus ojos al momento de mirar a todos lados alrededor.

No podía echarse atrás ahora. Sabía que no podría hacerlo ya que necesitaba pagar su departamento y con solo su miserable sueldo en la empresa de oficina en la que trabajaba por más de tres años le sería imposible hacerlo; y por todos los gallos, prefería cortarse una oreja a dejar toda la carga a Jungkook.

Eso era simplemente humillante.

Estaba muy lejos de querer que Jungkook los mantuviera a ambos. Quien era él, ¿una mujer que necesitaba ser mantenida y que le llevaran dinero a casa a cambio de sexo?

No gracias.

Respiró hondo soltando luego todo el aire que había absorbido y miro hacia el peli morado que asintió en un movimiento rápido hacia con él.

- El señor Kim nos está esperando ya -Seokjin se abstuvo de preguntar cuál de ambos hombres a los que se refería como "Kim", porque era casi seguro que fuera ese rubio exasperante al que fueran a encontrar a las puertas de la recepción.

Hizo una mueca al recordar lo lanzado que había sido ese hombre con su amigo y lo despistado y despreocupado que el chico a su lado se había comportado aun sabiendo que el rubio parecía estarle coqueteando. Era simplemente extraño para él pero parecía que nadie iba a discutir por eso contra él.

- ¿En verdad no vas a decirme de que va tu contrato? -preguntó de nuevo el castaño intentando que sus piernas no le fallaran mientras que ambos se acercaban cada vez más a las puertas de cristal del sitio.

Jungkook volvió a negar como hizo el día anterior.

La pregunta sobre su contrato había surgido desde que volvió a recobrar el sentido después de que Jin le dejara impactado por su declaración y cuestionó a su compañero de hogar sobre si era real su decisión de entrar en RMV.net, aunque tuvo de primera una reacción insegura del castaño, terminó enviando una cita a la sede con el señor Kim para que Seokjin pudiera acordar términos con ellos.

No había escrito mucho, simplemente dijo: "Señor Kim, mi amigo el de ese día está dispuesto a escuchar su propuesta para él".

- ¿Qué es lo que te dijeron para aceptar? -había cuestionado al chico cuando la bruma del momento penoso había desaparecido.

- Los contratos son altamente confidenciales y cada persona tiene un contrato personalizado -repitiendo de memoria las mismas palabras que escuchó de su jefe cuando acordaron sus términos ese día, Jungkook le respondió a su amigo importándole poco ver su gesto de fastidio.

- No seas un bastardo, sólo dime lo que haces. No debe ser tan difícil -se encogió de hombros esperando que el peli purpura pescara el anzuelo, mas éste volvió a negar con su cabeza dejando una pequeña sonrisa adornar su rostro.

- Ya te dije que es confidencial.

- ¿Te has acostado con alguien ya? -se arrepintió apenas lo dijo, pero no se silenció en absoluto- En la empresa, digo. ¿Te has acostado con alguien?

Lights... camera... hyung!!! - 정진Donde viven las historias. Descúbrelo ahora