Carta de Sindey

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Estaba en el invierno de mi vida, y los hombres que conocí a través del camino fueron mi único verano. En la noche, me quedaba dormida con recuerdos de mí misma bailando y riendo y llorando con ellos.

Tres años en el camino de estar en una gira mundial interminable y mis recuerdos de ellos eran las únicas cosas que me sostenían, y mis únicos verdaderos momentos felices. Yo era una cantante, aunque no una muy reconocida, que solía soñar con ser una hermosa poetisa, pero después de una desafortunada serie de eventos, vi esos sueños frustrados y divididos como un millón de estrellas en el cielo nocturno, a las que les pedía deseos una y otra vez; destellantes y rotas.

Pero realmente no me importaba porque sabía que se necesita tener todo lo que siempre quisiste y luego perderlo, para saber lo que la verdadera libertad es.

Cuando las personas que solía conocer descubrieron lo que yo estaba haciendo, cómo estaba viviendo, me preguntaron porqué. Pero es inútil hablar con personas que tienen un hogar, ellos no tienen idea de lo que significa buscar seguridad en otras personas, buscar un hogar que sea cualquier lugar donde recostar tu cabeza.

Siempre fui una chica inusual, mi madre me dijo que yo tenía un alma camaleónica. Sin un compás moral apuntando al norte, sin una personalidad fija. Solamente una indecisión interna que era tan ancha y tan tambaleante como el océano.

Y si pensaba que no había planeado que esto terminara así, estuviera mintiendo, porque yo había nacido para ser la otra mujer. No le pertenecía a nadie, quien le pertenecía a todo el mundo, que no tenía nada, que lo quería todo. Con una pasión por cada experiencia y una obsesión por libertad que me aterrorizaba hasta el punto en el que no podía hablar sobre eso, y me empujaba a un punto errante de locura que me deslumbraba y me mareaba.

Cada noche, solía orar que encontraría a mi gente, y finalmente lo hice, en la carretera.

No teníamos nada que perder, nada que ganar, nada más que desear, solamente convertir nuestras vidas en una obra de arte.

Vive rápido. Muere Joven. Sé salvaje. Y Diviértete.

Creo en el país en el que Estados Unidos solía ser.

Creo en la persona en la que me quiero convertir.

Creo en la libertad de la carretera.

Y mi lema es el mismo de siempre - Creo en la gentileza de los extraños. Y cuando estoy en una guerra interna conmigo misma, viajo. Solo viajo.

Quién eres? Estás en contacto con todas tus fantasías más oscuras? Has creado una vida para ti mismo donde seas libre de experimentarlas?

Yo lo he hecho. Estoy jodidamente loca, pero soy libre.

Take my hand and be wild-Jaden waltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora