La mañana se levantó con el típico cantonar de los pájaros, el sonido de los árboles y las hojas moviéndose al compás de la brisa fría y cruda que el clima traía consigo, el sol seguía presente pero el calor no emanaba ni transmitía esa calidez exquisita que se podía disfrutar sobre la piel porque el frío prevalecía sobre el ambiente y eso aún se palpaba.
Harry se levantó por el sonido de unos pasos pesados en las escaleras húmedas de madera que le hicieron incorporarse, abrió sus ojos primero con lentitud mientras estiraba su mano para tomar los lentes en la mesa de noche y ya luego abrirlos por completo, todavía seguía el sueño en su organismo por lo que, al observar dónde estaba y en dónde dormía, se levantó con una rapidez extenuante haciendo que incluso se sintiera mareado pero ni siquiera le prestó atención pues ya sus pies estaban volando hacia la puerta la cuál abrió con fuerza y rapidez.
-¡Sirius! -Soltó con la felicidad irradiando en su voz y su corazón latiendo.
Pero aquella sensación de alegría y la sonrisa en su rostro desaparecieron al instante trayendo consigo el incontrolable e indomable dolor y vacío sobre su estómago.
No había nadie. Había sido tan sólo el sonido de la brisa cruzar y escurrirse por dentro de la madera vieja y húmeda. Estaba solo tal cuál lo recordaba desde el inicio de sus vacaciones y el amargo espesar, el sentimiento sofocante en su pecho incrementó tanto que las piernas de Harry cedieron.
Harry no había regresado a Privet Drive a pasar sus vacaciones como era costumbre, no había querido ni había podido con ello por más que Dumbledore le insistía y le insistió hasta el último minuto y aunque aceptó y llegó con sus tíos, tan sólo una semana después se había fugado y refugiado en la vieja casa de su padrino, aquella que aún mantenía su característico olor, sus libros, sus posesiones, hasta su ropa... Todo estaba tal cuál la última vez que visitó el lugar.
Era masoquista e incluso enfermo llegar al nivel en el que tu mente no logra soltar a una persona aunque sabes que su presencia física ya no existe pero Harry no podía, no quería soltarlo.. ¿Cómo se supone que sueltas algo que te hizo tan feliz en tan poco tiempo? ¿Cómo iba a ser capaz de soltar la única familia real que tuvo? Su imagen más cercana a un padre cálido, comprensivo, amable y amoroso. Si había una respuesta y solución a ello, Harry no la había encontrado y no sabía si sería capaz de hacerlo, dormir con la ropa de Sirius, en su propia cama, sintiendo tan sólo el aroma de lo que fue su existencia, estaban corrompiendo, dañando y maltratandolo psicologicamente pero Harry no era psicólogo, tampoco estaba en un punto en el que pudiese pensar con claridad y notar que lo que estaba haciendo era enfrascarse en el pasado o el daño que eso a su persona le hacía, lo único que podía sentir era cómo se estaba sofocando en el punto más bajo en el que un ser humano podía llegar.
No comía, no bebía nada, ni siquiera se bañaba o lavaba sus dientes, Harry estaba en un cúmulo de depresión tan alto, que sus barreras de oclumancia se habían extinto básicamente, lo que quería decir que más veces de las que hubiese querido, Harry seguía viendo a Voldemort dentro de sus pensamientos y su sentir, aquella tortura era peor porque lo único que podía observar en esos escasos segundos era en la inconmensurable felicidad de Voldemort al haber destrozado lo único que le quedaba a Harry, la única luz en su vida.
Y cada vez que aquel pensamiento volvía a Harry, el malestar era peor, la ansiedad crecía, las náuseas volvían y su vida se sentía dispareja.
Nadie sabía, o eso creía él, que se encontraba en Grimmauld Place, nadie más que Hedwig quién volaba por la casa con tranquilidad y no hacía más que aguardar ansiosa a que Harry le pidiera entregar una carta pero no quería recibir ni leer a nadie.
-Lo siento, Hed.. éstas vacaciones debes estar ansiosa por enviar cartas como siempre. -Soltó acariciando la melena suave blanca y sedosa del animal.- ¿Por qué no vas y paseas un rato afuera? Regresa cuando quieras.
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Del infierno a la tierra
Fanfiction"-Pero yo no soy así, este no soy yo.. -Harry temblaba mientras el palpitar de su corazón estaba descontrolado y veía sobre sus manos el rastro de la espesa y oscura sangre a medida que sus ojos se cristalizaban. -Siempre fuiste así pero estaba ocul...