El cálido cuerpo a su lado se removió rompiendo la tranquilidad de su sueño. Abrió lentamente los ojos, la luz de la habitación se filtró directamente hasta su cerebro haciéndolo gemir de dolor. Tenía años de no sufrir una resaca.
-Mierda mierda mierda – las palabras cruzaron sus oídos, pero decidió ignorarlo, su malestar era peor que lo que le pasaba a ese idiota – yo... lo siento, diablos, ¿como llegamos aquí? yo...
-Solo cierra la boca, mi cabeza ya es un grave problema como para aguantarte – su mano buscó a tientas algo con que cubrirse, cuando sus dedos tocaron un pequeño cojín lo tomó y lo puso en su cara.
Escucho el movimiento de la otra persona por toda la habitación, hablaba muy poco y cuando lo hacía en su mayoría eran maldiciones.
Suponía que era un alfa, el intenso olor a su alrededor lo confirmaba. Pero había algo más, era una mezcla de olores intensos. Como si el alfa y el tipo con el que estuvo hubieran estado en celo.
Su cerebro fue atacado por unas fuertes y estremecedoras punzadas, un fuerte zumbido atravesó sus oídos.
El tipo en la habitación dijo un par de palabras más que Seokjin volvió a ignorar. Escucho la puerta ser golpeada. El tipo se había ido. Seokjin agradeció y se movió buscando la orilla de la cama. pero esta llegó demasiado pronto, haciéndolo caer de rodillas al piso.
Dejó escapar un fuerte quejido y después contra su voluntad abrió los ojos. Los muebles a su alrededor giraban lentamente, su estómago dio una fuerte sacudida y el vómito subió a su garganta.
Aun con los muebles dando vueltas por la habitación pudo ver con claridad que no se trataba de una habitación, estaba en la oficina de Taehyung. Y no había caído de la cama, había caído del gran sofá que su amigo utilizaba para descansar.
Intentó ponerse de pie para poder alcanzar el baño, pero los mareos fueron de nuevo intensos. Gateó hasta el baño y una vez que alcanzó el inodoro dejó salir todo lo que tenía retenido en el estómago.
Una vez que tuvo el estómago vacío regresó a la habitación, gateando de nuevo. Tomó una botella de agua de la pequeña heladera de su amigo y la tomó toda de un trago. Se regresó al sofá y cerró los ojos para volver a dormir.
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El agua helada cayó suavemente sobre su espalda. No sabia que era lo que le pasaba, desde que salió de casa de su amigo su lobo lo había estado molestando. Le insistía que regresara y tomara lo que habían dejado olvidado.
Jungkook negó, no había olvidado nada. No podía estar así por una simple follada de una noche. Ni siquiera recordaba el rostro del chico, su nombre o algo.
Incluso antes de entrar a la ducha lo había pensado un poco, estaba envuelto en un suave y embriagador olor, ¿de verdad quería quitarse esa sensación?