Capitulo 37

437 23 0
                                    


EL PUNTO DE VISTA DE MAYA

Durante mucho tiempo hubo una voz fuerte en mi cabeza que decía que yo era suficiente para resolver todos mis problemas, que tenía todos los mecanismos necesarios para superar cualquier adversidad que se cruzara en mi camino, que no necesitaba ayuda, que necesitar ayuda era en realidad admitir el fracaso.

Me alegro de que esta voz haya bajado drásticamente de volumen a lo largo de los años, estoy orgullosa de mí misma por buscar ayuda cuando la necesitaba, estoy agradecida conmigo misma por poner el trabajo necesario en aprender mecanismos de afrontamiento que ahora me permitían lidiar con mis ataques de ansiedad y ataques de pánico ocasionales de una manera saludable, y esto estaba siendo particularmente necesario en este mismo momento.

Aspiración.

Tenencia.

Exhalación.

Los ejercicios de respiración significaban que todo lo que podía escuchar era el sonido del aire entrando y saliendo de mis pulmones mientras mantenía los ojos cerrados y las dos palmas de mis manos firmemente entrelazadas contra mi abdomen.

Ahora podía sentir que la ansiedad cedía dentro de mi pecho, replegándose sobre sí misma y retirándose a un rincón lejos del foco de mis sentimientos; la opresión que sentía dentro de mí ahora se aflojó y respirar ya no era tan difícil, los latidos de mi corazón ya no eran tan fuertes contra mis tímpanos, el sudor que goteaba por la mitad de mi espalda ya no estaba tan frío.

-¿Te sientes mejor? - susurró Andy a mi lado. - ¿Estás corriendo de cabeza?

-No. - Le susurré de vuelta, respirando hondo otra vez, conteniéndola y luego dejándola salir. - Estoy haciendo ejercicios de respiración.

-Está bien, puedo sentarme tranquilamente a tu lado mientras haces ejercicios de respiración. - Andy volvió a hablar en voz baja, pero pude sentir su inquietud. Sentarse en silencio al lado de alguien no era necesariamente el rasgo más fuerte de la personalidad de Andy.

-No estás haciendo un buen trabajo con eso. - Sonreí y volví a abrir los ojos antes de volverme hacia mi amigo. - Ahora me siento mejor.

-¿Va a volver a suceder esto en las próximas veinticuatro horas? - preguntó Andy, arqueando ambas cejas como si temiera la respuesta.

-Probablemente. - Me reí suavemente. - No todos los días te casas con el amor de tu vida después de pasar diez años separados, enamorándote, sobreviviendo a la pérdida de memoria después de un accidente que casi te la arrebata.

-Cuando lo dices así... - Andy se rió suavemente conmigo. - Me alegro de que te sientas mejor, sé que todavía luchas contra la ansiedad y este gran cambio que se avecina debe estar desencadenándote.

-Realmente lo es. - Mis hombros se relajaron y se inclinaron hacia adelante al admitirlo. Puse ambos codos sobre mis rodillas mientras me inclinaba hacia adelante y apoyaba mi cara contra mis palmas. - Y siento que no debería estar actuando de esta manera, no debería tener ataques de ansiedad el día antes de mi boda. No cuando he querido casarme con Carina desde que me di cuenta de que estaba enamorado de ella y que no encontraría a otra persona en el mundo que me hiciera tan feliz como ella me hace a mí. Debería estar bien, feliz, en la luna y saltando mientras camino, no debería sentir una opresión en el pecho tan grande que respirar se sienta como una misión imposible.

-Oye, no hay una forma correcta de sentirte antes de tu boda. - Andy comenzó a frotar círculos repetitivos en el medio de mi espalda y el gesto fue en realidad un poco reconfortante. - Has pasado por muchas cosas, y aunque teóricamente nada va a cambiar porque ya convivéis y habéis pasado por momentos más difíciles que los que la mayoría de las parejas casadas pasarán en toda su vida, creo que absolutamente todo va a cambiar, y tú también lo crees. Pero Maya, el cambio no es necesariamente algo malo.

FERRY-LOVE-BOAT: Forever MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora