Tres pequeños niños corrían en el patio, saltaban sonriendo mientras miraban al cielo y esperaban las gotas de agua con sus manos extendidas hacia lo alto. Miré a la derecha y vi a Charlie corriendo detras de los niños. Todos corrían hacia mí, estaban jugando muy felices. Me oí pronunciar tres nombres uno detrás del otro. ¿Quizás esos niños son mis bebés?
Babe se despertó con emoción en su corazón, rememorando aquel sueño. No era una persona que soñara frecuentemente. Últimamente, además de la pesadilla recurrente, había estado soñando con esos tres niños. Al principio, pensó que eran sueños al azar, pero pronto se volvieron algo frecuente. Siempre despertaba justo cuando estaba a punto de escuchar sus nombres, algo que siempre lamentaba. Después de la última cita con Elizabeth, una idea rondaba su cabeza. Debían preparar los cuartos, la ropa, entre muchas otras cosas, para lo que se avecinaba en el futuro. Aunque le emocionaba compartir la idea con Charlie, no sabía qué tenían que comprar. Ambos no tenían a su madre para preguntarle sobre esas cosas, y todos sus allegados eran pilotos de carrera que sabían poco sobre bebés.
Decidió levantarse temprano para preparar el desayuno, deseando sorprender a Charlie, quien dormía a su lado sin tener idea de todo lo que pasaba por su mente. Con cuidado, se deslizó fuera de la cama, tratando de no despertarlo. El suave resplandor de la mañana llenaba la habitación cuando se dirigió a la cocina, donde planeaba preparar algo especial para él.
Después de un rato en la cocina, donde los aromas tentadores comenzaban a llenar el aire, decidió que era hora de levantarse y alistarse para el día. Se dirigió al baño, dejando el aroma del café recién hecho flotando en el aire. Mientras se ponía el pantalón corto que solía usar cómodamente en casa, notó algo extraño: le apretaba demasiado. Al mirarse en el espejo, se dio cuenta de que su estómago había crecido notablemente desde la última vez que se había puesto esos pantalones. La sorpresa y la emoción la invadieron mientras se miraba en el espejo, asimilando lentamente lo que significaba ese cambio en su cuerpo.
(👇Descripción gráfica 👇 Un Babe preñado, ¿Quien lo quiere? YOOOOOOOO XD)
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Estaba hablando en voz alta consigo mismo. ¡CUÁNDO SE HIZO TAN GRANDE! Se desabrochó el pantalón y se puso una camisa oversize que ocultaba la nueva pancita de embarazo que lucía. Observó su reflejo en el espejo, sorprendido por el cambio en su cuerpo.
Mientras cocinaba el desayuno, su mente seguía dando vueltas. Se quedó pensando en el comedor, con una taza de café humeante entre las manos. Seguramente ninguno de sus pantalones le quedaría a ese punto. Era hora de enfrentar lo que temía: ir de compras.La idea de comprar ropa nueva le resultaba abrumadora, pero sabía que era necesario. Respiró profundamente y se preparó mentalmente para enfrentar la tarea. Después de todo, estaba emocionado por lo que estaba por venir, y quería asegurarse de estar cómodo y listo para recibir a sus pequeños.
Empezó a comer, ya estaba hambriento y Charlie no daba señales de vida. Buscó su tableta para navegar por Internet y encontrar información sobre dónde comprar ropa de maternidad para padres embarazados. Mientras navegaba, encontró una página web que llamó su atención por su nombre. '¡Si no sabes qué comprar para tus bebés, aquí es!' Dio clic en la página y descubrió un mundo de información al alcance de sus manos. Había tantos artículos, foros y comentarios que no sabía por dónde empezar. Se registró y colocó una pregunta en la página principal.
