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┃𝙺𝚊𝚕𝚊┃

Sacó el plato de comida del microondas, eran unos fideos que habían quedado de anoche. Me senté a comer mientras miraba tiktoks.

Estaba sola, mi hermano estaba entrenando, Aitana con su mamá y Iara estaba trabajando, no hay nadie en mi casa, solamente mi tristeza y yo.

Mi celular empezó a sonar y mi cuerpo se tensó al ver que era una llamada de Matías, hacía semanas que no hablábamos, pocos mensajes habiamos cruzado éstos días.

— mierda. —moví las manos nerviosa.

Sin pensarlo mucho terminé llevando el celular a mi oreja.

— ¿Hola? —dije confundida y dejando el plato de comida de lado.

— hola Ka. —escuchó su voz después de tanto tiempo.—, ¿Cómo estás?

— estoy bien, terminando de almorzar. —suspiré.—, ¿Por qué me llamas?

— quería hablar con vos, hace semanas no podemos hablar bien. —se ríe y a mí se me achica el corazón.—, Te extraño ¿Sabes?

Las ganas de llorar y de vomitar habían vuelto, estaba más o menos mejor, pero atenderlo me destabilizo.

— yo también. —dije ocultando mis ganas de llorar.—, ¿Cómo te está yendo?

— bien, re bien la verdad, pero extraño un montón allá, las juntadas, en invierno voy.

— que bueno, a tu familia le va a hacer bien verte.

— también necesito verte a vos, no sabes la falta que me haces Ka, te extraño todos los días.

— si, pero ni un mensaje tampoco osea, que manera rara de extrañar.

— quiero hacerme el boludo para que se te haga fácil a vos Kala, estamos a distancia y no quiero que sigas mal por mí.

— ¿Por qué me llamas entonces? No entiendo boludo. —digo a punto de llorar.—, Estaba bien Mati, estaba volviendo poco a poco... Pero me tuviste que llamar.

— necesitaba escuchar tu voz, para mí esto tampoco es fácil, yo soy el que está lejos de todo. —escuchó que se le corta la voz.—, Desde un principio te propuse venirte conmigo.

— te dije que no y me dejaste. —me río.—, Ni siquiera un "intentemos a distancia para ver que onda" no, vos me dejaste, me dejaste como si no valiera nada, cómo si lo de nosotros no te hubiera importado.

— vos me importas más que nadie, vos sos el amor de mi vida Kala.

— tengo que irme Mati, tengo cosas que hacer.

Le corté y me tape la cara llorando, llorando ahogada, cómo hace días no lo hacía, estaba mal, volvió a desestabilizarme cuando más o menos estaba bien de a poco.

Fui a tirarme a mi casa y pasar el rato ahí tirada llorando a mares, pensando en todas las posibilidades que tenía, que no eran muchas, quería arrancarme todo lo que sentía por Matías.

𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗥𝗼𝘁𝗼| ᵉᵠᵘⁱ ᶠᵉʳⁿᵃⁿᵈᵉᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora