┃𝚔𝚊𝚕𝚊┃
— ¡despertate! —se tiran encima mio y yo me asuste.
— dios hermano, banca un poco. —digo sacándolo de encima mio.—, estaba soñando re tranqui yo.
— tenemos que irnos. —dice destapandome.
— me duele la cabeza Alan, anoche volví tarde. —me tape de nuevo.
— ¿de a dónde? —me pregunta mirándome serio.
de la casa de tu amigo.
— de la casa de Juana. —dije bostezando.—, ¿dónde tenemos que ir?
— hoy juegan los pibes de boca, la reserva. —se sienta al lado mio.—, ¿vamos? se sumaron Lango, Equi y Exe.
asentí no tan convencida, después de lo que paso anoche no se como íbamos a hacer con Equi, no quería ni pensar en eso.
me levante y me metí a bañar recordando todos los besos que nos habíamos dado anoche con Ezequiel, mientras más recordaba, peor me ponía.
salgo de bañarme y me pongo un joggin negro y una remera básica blanca, pero era cortita. le robe una campera fachera a Alan y ya estaba piola. me seque y planche el pelo mientras mi hermano me apuraba.
— ya estoy. —baje las escaleras riéndome, pero no esperaba ver a Ezequiel ahi.
¿en qué momento llego?
— dos horas Kala. —se queja Alan agarrando las llaves del auto.—, vamos, delen.
— hola, no dormimos juntos, salúdame. —se acerca Equi y me da un beso en la mejilla.
y con una de sus manos libres me agarró la cintura, apretándola un poco.
— ¿todo bien? —le digo alejandome un poco, él asiente.
salimos de casa y entramos al auto de Alan, yo iba en la parte de atrás. íbamos escuchando música, y ellos charlaban yo estaba en redes.
estaba mirando historias, me salto una de santino, mi ex cuñado, él jugaba hoy, era un súper clásico de reserva, seguramente me lo iba a cruzar ahí.
llegamos después de unos minutos. bajamos del auto los tres, Alan me abrazo por los hombros y empezamos a entrar, una vez adentro del predio. en la cancha, nos cruzamos con Zeballos, Lola, Langoni y Lía, mire a mi amiga quien estaba que se moría.
— Lía. —me acerque y la abrace.—, ¿cómo estás?
— no estoy lista para verlo. —me mira a los ojos.—, tengo miedo, desde que terminamos no nos vemos.
— bueno amor, estamos nosotros acá. —le di un beso en el cachete.—, ojalá lo caguen a patadas.
— entro yo y le pego si no. —se mete Langoni, quién estaba escuchando.
— es un nene al lado tuyo lango. —le dice Alan preparando las cosas del mate.
— ah pero tiene a Matias enfrente y lo mata. —se ríe langoni, pero a mi no me agrado escuchar su nombre.