Capítulo 7

663 88 8
                                    

L

- ¿Por dónde empiezo?... - suspiré. - ¿Qué quieres saber primero?.

- ¿Por qué eres bisexual y a qué edad lo descubriste?.

Al punto, me gusta...

- Lo descubrí a los quince años cuando por cumplir un reto, tuve que besar a una chica, minutos después terminamos en su habitación. - contesté. - Creo que me pasé con la información... - comenté sonrojada.

- No tengo cinco años. - dijo riendo.

- Mi primera vez fue con una mujer, y la segunda con un hombre, ahí descubrí que ambos son buenos, pero tengo cierta preferencia con las mujeres. - la observé. - ¿Qué más quieres saber?.

- ¿Cómo es que eres menor de veinticinco años y trabajas aquí?. - preguntó. - Normalmente no consiguen empleo tan rápido. No lo tomes a mal, solo es curiosidad. - explicó rápidamente y sonreí.

- No lo tomé mal. - observé su cabello, es lindo. - Contactos, omití ciertas cosas innecesarias en mi carrera, y heme aquí.

El lugar quedó en completo silencio, solo nos observábamos sin decir nada.

- ¿Qué más quieres saber?. - pregunté.

- ¿Tienes pareja?. - preguntó.

- ¿Por?. - pregunté.

- No contestes mi pregunta con otra pregunta, ¿la tienes o no?.

- No.

El silencio volvió a inundar el lugar, sus ojos parecían molestos.

- ¿Y esa cara?. - pregunté.

- ¿Qué cara?. - preguntó.

- La cara larga que tienes en este momento. - contesté sonriendo.

- No tengo ninguna cara. - giró los ojos.

- ¿Por qué tienes cambios de humor tan repentinos?.

- No son repentinos. - contestó.

- ¿Por qué estás molesta?. - pregunté y ella se encogió de hombros. - Scarlett. - me ignoró. - Scarlett Ingrid Johansson.

- ¿Qué?. - enfocó sus ojos en los míos.

- Pareces una niña, te molestas de la nada. - dije algo molesta por su comportamiento.

- ¿Por qué te afecta?. - preguntó.

- No me afecta, solo...es extraño, has actuado extraño todos estos días, quiero ayudarte, pero no puedo hacer nada si no me dejas.

- Solo quiero algo de ti, y no me ayudaras con eso, así que...deberías evadir. - desvió sus ojos de los míos.

- ¿Por qué crees que no te ayudaré?. - me crucé de brazos.

- Eres demasiado correcta para hacerlo. - murmuró.

- Te sorprenderías. - me acerqué a ella, y comencé a jugar con uno de sus mechones de cabello.

- ¿Estás coqueteando conmigo, Olsen?. - preguntó observando mis ojos.

- ¿Eso crees?. - pregunté bromeando.

Es broma...

Claro que si...

- Ajá... - dijo levantándose de la silla en la que estaba sentada, quedando frente a mi.

- Eres diminuta. - murmuré observando la diferencia de altura muy notable entre nosotras.

Here we go again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora