Here we go again

Capítulo 21

L

- Liz... - murmuró, captando mi atención.

- ¿Si? - pregunté observándola.

- Quiero saber más sobre ti... - murmuró con algo de nervios. - Tu pasado, tu familia...ya sabes, esas cosas...

Es cierto, no le he contado absolutamente nada sobre mi en los últimos meses.

- Pues... - comencé a recordar quien soy y quien es mi familia. - Tengo cinco hermanos, nací en L.A...

¿Por qué justo cuando tengo que hablar sobre mi, es como si no me conociera?

Me lleva...

- Pues... - pensé durante unos segundos cuáles serían mis palabras.

Justo cuando iba a hablar, un teléfono comenzó a sonar, intentamos evadirlo, sin embargo, no dejaron de llamar.

Nos acercamos a ver sobre la mesa, y era el teléfono de Scarlett, ni siquiera tenía agregado el número.

Contestó rápidamente, poniéndose el teléfono en su oído.

- ¿Hola? - saludó.

Volví al sofá después de tomar mi teléfono para entretenerme mientras Scarlett atendía el asunto de la llamada.

Voltee a verla por inercia y me encontré con una Scarlett muy pálida y algo perdida.

Me levanté rápidamente, caminando hacia ella para revisar si estaba bien o no.

- ¿Estás bien? - pregunté tomando su rostro entre mis manos.

Tardó unos segundos en contestar, se veía algo impactada y asustada.

- Yo... - comenzó a respirar con dificultad. - E-Estoy bien...

Se alejó de mi tan rápido, que ni siquiera pude detenerla. Solo me preguntaba a mi misma ¿qué mierda sucede?

- Scar... - la llamé.

Me ignoró...

- Scarlett, me estás asustando. - murmuré caminando detrás de ella, mientras empacaba sus cosas a una velocidad casi inhumana.

- Creo que... - suspiró contendiendo las lágrimas. - Ésto fue un error, tenías razón...entre nosotras nunca pudo haber nada... - murmuró al borde del llanto. - Lo siento, maestra Olsen.

¡¿Qué mierda está pasando?!

- Scarlett. - volví a llamarla. - ¿Quien te llamó? - pregunté.

- Eso no es de su incumbencia, maestra.

- ¡Deja de llamarme así, Ingrid!

- Tengo que irme... - murmuró.

- Tenemos que hablar sobre ésto, no puedes solo irte y no decirme que es lo que te pasa. Tu actitud cambió notablemente. - suspiré. - Habla conmigo...por favor...

- Siento este malentendido...siento haberla hecho perder el tiempo...

- ¡Acabamos de tener sexo, por Dios. Deja las formalidades, Ingrid! - comencé a perder la paciencia.

- Como dije anteriormente, lamento haberla hecho perder el tiempo... - dijo en un susurro.

- ¿Qué estás queriendo decir? - pregunté con temor de su respuesta.