Capítulo 11

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- Solo me he corrido tres veces en mi vida y, una fue provocada por mi... - confesé en un susurro. - ¡No te rías, maldita!.

- No puedo creerlo.  - comentó riendo. - ¿Fui la razón de dos de tus orgasmos?. - preguntó rozando sus labios con los míos.

- No... - susurré sonrojada.

- ¿No que yo era la tímida?. - bromeó besando mi cuello.

- ¿Quieres más de mi energía vital, anciana?. - bromeé tomando su rostro entre mis manos, haciendo que me mirara a los ojos.

- Nos llevamos siete años, no es para tanto... - murmuró.

- Intentas convencer a alguien de que esto no es tan malo, y no es a mi.

- Siento que estuvo muy mal lo que hicimos, sin embargo, es la menor de mis preocupaciones... - confesó.

- ¿Qué te preocupa?. - pregunté.

- Quiero repetirlo, una y otra vez...eres adictiva... - dijo antes de hundir su lengua en mi boca.

Nuestras lenguas se acariciaban salvajemente, mientras nuestras manos tocaban todo lo que podían de la otra.

- No puedo estar mucho tiempo fuera de casa... - susurré sobre sus labios.

- No te preocupes... - respondió.

Sentí sus dientes clavarse en la piel de mi cuello con fuerza, segundos después, comenzó a repartir besos por todo mis rostro.

- Tendré que usar suéter todo el día...

- O maquillaje...

- No me gusta usar en la escuela... - respondí.

- Lo he notado, tienes una piel hermosa.

- Lo sé. - respondí y ella rió.

- Me parece irónico y gracioso como ambas tomamos el hecho de que acabamos de tener sexo en mi auto. - murmuró algo nerviosa.

- No es nada del otro mundo, es solo sexo, ninguna debería escandalizarse por algo tan común. - me encogí de hombros.

- Mi punto no era ese...

- Oh...te refieres a las edades... - mordí mi labio inferior tratando de hallar una respuesta. - Fue bajo mi consentimiento.

- Moralmente hablando, soy una... - no dejé que terminara, y la besé.

- No sobrepienses por esto, ambas queríamos. - dije tratando de calmarla. - Si sigues viendo esto como un error lo haré también, y no siento que haya sido eso...todo se dió muy de golpe y, aunque sólo fue sexo... - suspiré. - Fue la primera vez que experimenté algo así...no me hagas verlo como algo malo...

- ¡¿Te quité la virginidad?!. - gritó.

- Que pensamiento de mierda, Elizabeth. - giré los ojos. - No existe la virginidad, es solo un concepto machista que usan los hombres para quitarnos valor o dárnoslo. - dije tomando mi blusa y poniéndomela otra vez. - ¿Crees que eso me da o me quita algo de lo que soy?. - pregunté y ella negó. - ¿Entonces?. - me crucé de brazos.

- Lo siento...

- ¿Te arrepientes de esto? - pregunté y ella dudó al responder. - Llévame a mi casa. - dije bajando de su regazo para sentarme del lado del copiloto.

Hija de puta.

¡Todo estaba yendo de maravilla!.

Anciana tenía que ser.

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