Capítulo 18

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S

- Cambiando de tema, necesito un favor tuyo. - dije poniéndome totalmente seria.

- Dime. - respondió prestándome total atención.

- Olsen quiere que me quede en su casa. - solté sin más.

- ¿Qué?

- Olsen quiere que...

- Si te escuché, es solo que...me sorprendí.

- ¿Puedes decirle a Melanie que estaré en tu casa?

- Promete que te portaras bien. - bromeó.

- Se supone que debo hacer lo opuesto. - murmuré risueña.

- Idiota. - rió junto a mi.

- Igual, es en caso de que ella pregunte, cosa que creo que no pasará, ya que, tengo su confianza.

Confianza la cual estoy a punto de romper pero, tengo que evadir totalmente.

- Me alegra que ya no estés en negación. - dijo de la nada y yo levanté una ceja.

- ¿De qué hablas? - pregunté.

- Estás enamorada de una señora. - murmuró entre risas.

- Me largo. - dije riendo.

(...)

E

Hace diez minutos recibí una llamada de Scar, diciéndome que si podía quedarse en mi casa.

Estoy realmente sorprendida, ya que, no pensé que fuera tan fácil que algo así pasara.

Pensé que su madre cuestionaría todo, sin embargo, no se si sentirme bien o mal de lo que estará a punto de suceder.

Sigo sintiéndome culpable de todo, solo que ahora evito decir ciertas cosas.

Scarlett es mucho más madura que yo en ciertos aspectos y, nuestras vidas al ser tan distintas, creo que su madurez se debe a situaciones que ha vivido, la mía, sin embargo, está algo atrasada...

Estoy empezando a aceptar el hecho de que me siento como una idiota junto a ella, eso quiere decir que...probablemente me estoy enamorando.

Y eso...podría costarme todo...

¿Ella lo vale?

Claro que lo vale.

Pero eso no hace que el miedo se vaya...

Escuché el timbre sonar, así que, bajé tan rápido como pude para abrirle la puerta.

- Hola... - saludó con una sonrisa.

- Pasa... - murmuré algo nerviosa.

Al cerrar la puerta, sentí sus delgados brazos rodear mi cintura, me volteé lentamente, para sentir su cuerpo junto al mío de una forma más cercana.

Acaricié su cabello, sintiendo toda la suavidad que este le proporcionaba a mis manos.

- ¿Siempre has tenido el cabello así de lindo y suave? - pregunté y ella asintió.

Decidí tomar su rostro entre mis manos y, comenzar a besarla suavemente.

Sentir sus labios sobre los míos, me hacía querer gritar, sentía una explosión por todo mi cuerpo, tanto es lo que me hace sentir, que con tan solo un toque, mi piel se eriza totalmente.

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