12|| Alone or maybe not

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Leigh.





— ¿Que te parece?— Le pregunté a, Nicolas.— Di algo por lo menos.— Bufue.— Estaba cansada de preguntarle y no recibir de el ni una sola palabra.—

Faltaban dos días para navidad, estaba buscando regalos adecuados para cada uno, Nicolás, mi guardaespalda. Es como alguien más de la familia y lo quiero mucho.

— No se, señorita, usted debe de escoger sus cosas y a lo demás.— Se dió la vuelta ignorando por completo.—

— Cuando será el día que dejaras de ser así conmigo, llevas mucho tiempo conmigo y mis hermanos y aún así me tratas de señorita. Sabes, es muy cansado, simplemente llamame Leigh.— Le di una sonrisa y me aparte para ver otro regalo.—

— No puedo.— Dijo, su semblante serio.— Tu hermano me lo tiene prohibido, acercarme más a ti, que de lo laboral, así que no puedo llamarte por tu nombre con mucha confianza.— Metió sus mano al bolsillo y más.—

— Vamos hacer algo, es simple pero muy bueno.— Dije, rodeándolo como una niña pequeña.—

— ¿Que haces?— Soltó una pequeña risa, dicha que desapareció al instante, quizo guardar la postura.— Basta, Leigh.—

— Se que quieres reírte hazlo, Nicolas.— Le di una sonrisa tranquila.— Mira, cuando me cuides a mi.— Dije, haciendo énfasis en la última palabra.— Me trataras como una amiga, tu mejor amiga para ser más claros, ¿Entiendes?— Dije contenta.—

— No puedo hacer eso, tu hermano me mata. Así que no...— Dijo, sin más y se dió la vuelta.—

— Espera.— Di un grito muy fuerte, la gente se me quedo viendo, a lo que Nicolas se dio la vuelta corriendo hacia mi con vergüenza.—

— Que diablos crees que haces, deja por favor de gritar.— Dijo con notable molestia.— Mira, podés hablarme cuando quieras.— Suspiró.— Pero cuando estemos con tu hermano ni me dirigas la palabra, puedes meterme en un grave problema. Así que, mantenga su distancia cuando estemos con el. Espero y comprendas la situación, Leigh.— Desde que trabajo para ellos, he notado algo raro, no digo nada porque mi único trabajo ha sido cuidar de la joven. Tom, es muy sobreprotector con ella, es preocupante a veces de la manera en que se preocupa por Leigh, no he cuestionado sobre eso, ni siquiera preguntado el por qué se comporta así con ella.—

— ¿Por qué, te meterias en problemas?— Preguntó, con bastante confusión.—

— Mi trabajo, es cuidar de usted y llevarte a dónde gustes, pero no va a más allá de una amistad, así que tengo que mantener mi distancia. Es lo que me pidió su hermano como trabajador, tengo que cumplir y si no llagase hacerlo.— Frote mis manos haciendo calor entre ellas.— Inmediatamente, me corre. Así que le pido que mantenga la distancia como siempre la hemos tenido.—

— Claro, lo haré. Solo cuando el este con nosotros, ahí en fuera si puedo hablarte, ¿No?— Me acerque a el con una pequeña risa.— ¿Verdad, Nico?—

— Está bien, Leigh. Será un placer, pero siempre mantenga distancia puede malinterpretarse la situación.— Me dió una sonrisa.—

El resto del día la pasamos en tiendas, en tan solo dos días era navidad, tenía muchas cosas planeadas para ese día, juegos, comida, ver el amanecer y visitar en centro comercial donde habrá un enorme árbol.

Era emocionante de solo pensar eso, ahora que lo pensaba, seremos cinco personas festejando la navidad y era muy bello.

Tenía todo preparado, ver los regalos de cada a unos de los chicos, aunque no sabía a la perfección que les gustaba a ellos, hacia mi mayor esfuerzo para que le gustarán. Tarde horas escogiendo, hasta escogí uno para Nicolás. Era un chico bastante extraño, el tiene veintitrés años, trabaja desde muy pequeño y ha tenido que mantenerse al margen siempre, nunca sonríe siempre está serio con su celular en mano, o con una computadora en el comedora dichas horas de la madrugada.

 𝐔𝐍𝐒𝐄𝐑𝐄 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍; 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora