55-Supera el dolor. (Fin)

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AR: No, mi amor, no digas eso, no es tu culpa, no te culpes, -sintió el cuerpo de su esposa soltándolo lentamente- Hünkar, mi amor, ¡¿qué tienes?!

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La mansión estaba en profundo silencio, había pasado media hora desde que Hünkar se desmayó y el llanto y la conversación de Ali Rahmet y Hünkar terminaron.
Ali Rahmet estaba muy preocupado y como no pudo llamar a Müjgan porque sabia que se preocuparía mucho y era demasiado tarde, empezó a hacer lo que le dijeron muchas veces en el hospital.
Midió la presión arterial de Hünkar y notó que estaba alta, la recostó suavemente en la cama y le apartó el pelo del cuello.

AR: Mi amor, por favor despierta... por favor abre los ojos...

Ali Rahmet ya no se molestaba en ocultar sus lágrimas, lloraba mientras acariciaba el rostro de Hünkar, estaba ligeramente pálido.

H: Mmm... Ali Rahmet...

Cuando se dio cuenta de que ella estaba empezando a reaccionar, se apartó y suavemente tomó su rostro entre sus manos.

AR: Mi amor, ¿cómo te sientes?

H: Estoy un poco cansada, - recordó de qué estaban hablando - estábamos hablando...

Las lágrimas aparecieron en sus hermosos ojos una vez más, su esposo se acercó a ella y la abrazó.

AR: Shhh, mi amor ya se acabó, - le dejo besitos en la frente. - Me asusté tanto cuando te vi llorar, sentí puñales clavados en mi corazón.

En ese momento, hubo un ligero golpe en la puerta del dormitorio, Ali Rahmet rápidamente se secó las lágrimas y abrió la puerta para encontrar a la pequeña Nazlı, que traía su animal de juguete.

AR: Mi niña, -estaba tratando de ocultar sus lágrimas y tristeza-, ¿qué pasa pequeña?

N: Tuve una pesadilla pero no quería molestarte.

Cuando Nazlı miró a su madre sentada en la cama, se dio cuenta de que estaba triste.

N: Mamá, ¿qué te pasó?

La pequeña se acercó a su madre y, con la ayuda de Hünkar, se subió a la cama, la abrazó rápidamente y le secó las lágrimas con los dedos.

N: ¿Hay algo que te duele, es por eso que lloras?

Ali Rahmet se acercó a ellos y abrazó a Hünkar por los hombros.

N: Tú también estás triste papá, tienes los ojos rojos.

Hünkar abrazó a la pequeña y le dejó unos besos en las mejillas.

AR: Tuvimos una pesadilla, - se sentó a su lado - Yo tenía mucho miedo y asusté a Hünkar, por eso lloraba, tenía miedo por mí.

Hünkar miró a su marido y sonrió, sabiendo que con esa mirada y esa sonrisa le estaba agradeciendo.

H: Pero ahora me siento tan bien con este abrazo, - se seco las lágrimas y miro a la pequeña - creo que papá también necesita un abrazo.

Nazlı sonrió y entró en los brazos de Ali Rahmet.

H: Iré a ver a tu hermano pequeño y luego te cantaré una canción.

N: No mamá, tú y papá deberían descansar, ya estoy bien con tus besos.

AR: Será mejor que duermas con nosotros hoy, así mamá y yo también podremos dormir muy bien.

Cuando Hünkar regresó a la habitación después de ir a ver a Ümüt, Ali Rahmet ayudó a Nazlı a arreglar su almohada y su manta.
Sonriendo se acercó a ellos, Hünkar se acostó y luego Nazlı se acercó a ella con su osito de peluche.

Superar el dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora