32-Más problemas

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Cuando estaban a punto de llegar a la mansión de Ali Rahmet, se dieron cuenta de que algo estaba pasando, luego vieron el humo.

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Se podía ver una estela de humo desde la parte del jardín junto a los establos.
Cuando Hünkar detuvo el auto, ambos se bajaron rápidamente, por suerte el fuego se estaba extinguido.

AR: Cetin, ¡¿qué pasó aquí?!

C: Alguien tiró dos bombas Molotov - los trabajadores seguían trayendo cubos de agua - por suerte no fue grande y nadie resultó herido.

H: ¿Alguien ha visto a los responsables?

C: La hija de Nazire y uno de los trabajadores estaban aquí cuando escucharon la explosión.

H: Debe haber estado asustada, -miro a Ali Rahmet- voy a verla.

AR: Revisaré la mansión, Çetin llama a los muchachos.

Cuando Hünkar entró en la mansión, fue recibida por Nazire.

N: Bienvenida, Sra. Hunkar.

H: Gracias Nazire, vimos lo que pasó, ¿cómo está Melek?

M: Estoy aquí señora.

Hünkar se acercó a el sillón y se sentó al lado de Melek, la pequeña la abrazó ya que hacía mucho tiempo que no la veía.

H: ¿estas bien?

M: Sí, Sra. Hünkar, pero el ruido me asusto mucho.

H: ¿Recuerdas haber visto a alguien?

M: Sí, eran dos hombres con la cara cubierta, creo que tenían pañuelos.

H: Esto es muy extraño, lo bueno es que estás bien y no saliste herida.

N: Te traeré algo de te Melek, también a usted señora Hünkar.

M: Gracias mamá.

Nazire fue a la cocina, mientras Hünkar y Melek hablaban, Ali Rahmet entró en la mansión y se acercó a Hünkar y Melek.

H: ¿Encontraste algo?

AR: No, por suerte el fuego no causó ningún daño, -sentadose al lado de Hünkar- ¿estás bien Melek?

M: Sí, Sr. Ali Rahmet, solo el sonido me asustó.

Nazire trajo el té y se retiró a la cocina, Melek le contó a Hünkar sobre sus estudios y que quería ser doctora.
Unos minutos más tarde, Melek fue a hacer su tarea, dejando solos a Hünkar y Ali Rahmet.

AR: No sé quién puede ser el responsable ahora, -apoyó la cabeza sobre el respaldo del sillón- tenemos que estar alerta otra vez contra todo.

Hünkar se acercó a él, lo abrazó y apoyó la cabeza sobre su pecho.

AR: No podemos vivir un día en paz sin preocuparnos.

H: Cálmate Ali Rahmet, -le tocó la mejilla ligeramente- , podemos resolverlo, ya lo hicimos una vez.

Ali Rahmet miró a Hünkar y depositó un suave beso en su frente, la mujer ya sabía lo que significaba esa mirada.

H: Mi amor, no debes tener miedo de parecer débil frente a mí, -Sabía que su mente era un desastre de pensamientos-- No escondas más tus miedos, dolores, preocupaciones.

AR: Sigo sin entender que hice para merecerte, -Hünkar sonrió y le dejo un pequeño beso en los labios- cuando pienso que algo podría pasarte a ti, no puedo evitar tener miedo, es imposible...

Superar el dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora