Superar el dolor

26-No te merezco

Hünkar subió rápidamente las escaleras sin dejarlo decir una palabra y dejó a Ali Rahmet en un estado miserable.

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Hünkar había llegado a su habitación y rápidamente entró al baño, cerró la puerta y cayó al suelo.
Hünkar abrazó sus piernas como una niña pequeña y dejó que las lágrimas rodaran por sus mejillas.
Le dolía mucho hacerle esto a Ali Rahmet, pero ella todavía tenía... todavía miedo.

H:¡¿Por qué?!... ¡¿Por qué?!, -golpeó varias veces sus manos en el suelo-

Se levantó y se puso de pie, cuando Hünkar se miró en el espejo, volvió a tener esos terribles sentimientos, se sintió sucia...
Algunos pensamientos la atormentaban.
"Ali Rahmet no me amará... Lo lastimé de nuevo..."
"Le mentí de nuevo..."
"Me dejará de nuevo... ¿Por qué sucedió todo esto?"
Incluso el hecho de ver esas fotos la llevó a esos terribles días... Cuando Demir tenía que irse que ir a su habitación para no llorar por los gritos.
Hünkar empezó a desvestirse y decidió darse una ducha, permaneció unos minutos bajo el agua, quería olvidar los últimos dos días.

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Ali Rahmet había llegado a la habitación que fue preparada para invitados, sintiéndose exhausto y muy triste.
Ver a Hünkar tan distante, tan asustada, se sentia como si le clavaran puñales en el corazón...
No se atrevió a mirarlo a la cara, sentía miedo a su lado.

AR: ¿Qué vamos a hacer ahora, Hünkar... ¿Cómo me acercaré a ti si siento que te lastimo?

Ali Rahmet no quería dejarla sola esta vez, hablaron mucho en la casa del bosque, una de esas charlas fue la promesa de no ocultar nada.
Hünkar ya no tenía que sufrir en silencio, y él tampoco, necesitaban sanar juntos.
Fue a la habitación de Hünkar y golpeó suavemente la puerta, solo se escuchó un leve sollozo del otro lado.

"Si no llamas a la puerta y te acercas, nunca sabrás si está abierta".

Comenzó a acercarse y abrir la puerta, y al entrar en la habitación, vio a Hünkar acostada en la cama con el rostro hundido en la almohada.

AR: Hunkar...

Hünkar levantó la cara y Ali Rahmet notó sus mejillas mojadas y sus ojos llenos de lágrimas.

H: ¡Fuera de aquí! -Hünkar se levantó y se alejó lentamente- ¡No te quiero aquí!

Mientras que la voz de Hünkar estaba casi ronca por el llanto, Ali Rahmet recordó lo que el médico les había advertido.

AR: Hünkar por favor cálmate, tienes que estar tranquila, esto te va a causar mas dolor.

H: ¡No quiero que me veas! -Hünkar se alejaba cada vez más de Ali Rahmet- ¡Vete y déjame en paz!
¡Solo traigo dolor a la gente!

AR: Hünkar no digas eso, sabes que no es verdad, por favor siéntate y trata de calmarte.

H: ¡Sí, así es!
Ni tú ni nadie debe estar conmigo, -señalándose a sí mismo- tengo heridas terribles que nunca cicatrizan...

Ali Rahmet ya sabía lo que quería decir, se sentía culpable, se sentía culpable por lo que Adnan le había hecho.
Ali Rahmet se acercó lentamente a ella y la abrazó cuando estuvo lo suficientemente cerca, Hünkar seguía llorando pero se aferraba a sus brazos.
Ambos estaban tan heridos, no tenían muchos sentimientos encontrados en sus corazones, todavía tenían mucho de qué hablar.

H: Era verdad... -susurró y señaló el papel arrugado que tenía en la mano- ¿De verdad lo pensaste?

Ali Rahmet vio que era su carta, una carta que nunca le había dado pero que Ercan se cuidó de mostrar.