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un año después

Lo peor de tener que esperar, era no dejar a su mente divagar. El auto atraviesa la carretera al mayor ritmo posible. Se contiene de no pisar de más el acelerador, pero las noticias en la radio no eran nada que quisiera oír.

Murmura una maldición, intentando controlar el carril de su mente, con la misma precisión que controla la trompa del auto.

Aún no termina de decidir a dónde mierda es que se dirige. En una hora saldrá la entrevista que había pactado y eso reducía a muy pocos los lugares donde podría estar. Sin dudas los lugares públicos deberían ser descartados. Al menos por un par de días. Pepper había insistido que se aísle en su condominio. Que se encierre allí, que espere a que baje la marea. Y hubiera sido un buen plan, pero nada más entrar en el auto, la radio se encendió y todo se fue a la mierda.

Peter hacía horas que no le respondía los llamados, no le respondía los mensajes. Era optimista pensar que todo era una casualidad y no que su trasero estaba metido en el maldito edificio que se había venido abajo en pleno centro.

Se incorpora al tráfico que lo lleva hasta la ciudad y suspira reduciendo la velocidad. Aún no le avisó a Pepper que su plan se había ido por el desagüe. Renuncia a la idea de hacerlo en ese momento. Ya suficiente le había jodido la vida por las próximas semanas. Y solo Dios sabía que deparaba el futuro menos inmediato. Ella era la que se encargaba de filtrar los libretos que llegaban a montones y era la que introducía su nombre en las ruedas de casting cuando una propuesta empezaba a circular por los corrillos de los estudios. Imaginaba que esa montaña o se reduciría o se multiplicaría. Claro que el hecho de que se multiplique, para Tony, no era algo mejor. Le aterraba pensar en qué iría a parar su carrera una vez que decidiera coger un libreto.

Las luces de la ciudad se ven más cerca. La ansiedad le empieza a ganar la partida. Mira el salpicadero del auto. Espera nervioso a que los semáforos cambien y termina frente al cuartel de bomberos, antes de que el sol toque el horizonte.

Por recaudo y recomendación de Happy, había cambiado a último momento de vehículo. Así que la camioneta no llama la atención cuando la deja parqueada a una cuadra del lugar. Se ajusta el saco y las gafas de sol. Llamará más la atención con ellas que sin, pero con suerte la cantidad de transeúntes que podrían verlo en ese momento no le prestarían más atención que unos pocos segundos.

El cuartel, como cabe suponer, está abierto de par en par. Ninguno de los cuatro camiones hidrantes está en el sitio que los vio. Claro que había pasado un año lejos de Nueva York y eso podía tener otra explicación menos angustiante que la que Tony se venía figurando desde que escuchó la noticia hacía horas.

—¿Hola? —pregunta un chico, acercándose a él con un teléfono en la mano—. Lo siento, el cuartel está vacío. Los de la 7-17 están cubriendo nuestra zo- ¿Señor Stark? —jadea una vez que Tony se desprende de sus gafas—. Joder. Hola. Un gusto. Lo siento, si necesita ayuda...

—¿Peter Parker? —pregunta con un exabrupto.

—¿Parker? ¿Dijo Peter Parker? ¿Conoce a Peter?

No le sorprende que no maneje ese dato. Tony le pidió que no diga nada y no tenía motivo alguno para dudar de la fiabilidad de la palabra del chico cuando este le dijo que, por supuesto, no pensaba decir nada. Tony se sintió especialmente una mierda cuando remarcó que le ayudaría que directamente fingiera que no se conocían.

La mirada que le lanzó aún le laceraba la piel y el alma. Es decir, hacía poco menos de cinco minutos se la había mamado contra el auto. Era de un nivel de audacia esa petición. De un nivel de atrevimiento. Pero Peter lo encajó de pie, con honor y altura. Asintió, y le dejó en claro que jamás saldría nada de su boca. Ambos compusieron una pequeña mueca por lo inoportuno de su comentario. Con los labios aún hinchados por hacerle una mamada era un ejemplo algo violento. Pero entonces Peter se rio ligeramente, se acercó un paso y le lanzó una mirada cálida y comprensiva.

Un giro del Destino │Starker AU │Donde viven las historias. Descúbrelo ahora