The Villainous Shizun Is As Beautiful As A Flower

CAPÍTULO 57

Xu Xingchen no podía aceptar la realidad que tenía ante sí.

A pesar de todas las precauciones, esta situación se había producido.

Aunque no había tenido prejuicios contra la raza demoníaca debido a su crianza en el palacio del Emperador, ser testigo de Shen Liuxiang enredado con el Rey Demonio le hizo sentirse incómodo.

Ignorando cualquier intención potencialmente maliciosa, estaba el hecho de que los dos ellos no tenían posición oficial o título, sin embargo, estaban enredados juntos en la cama, haciendo cosas que sólo las parejas pueden hacer... simplemente no parecía correcto.

¡¡¡Qué desvergüenza!!!

En la cama, Shen Liuxiang se cubrió la cara con la mano.

Pensó que estaba perdido. Xu Xingchen ya había malentendido su relación con su discípulo, y ahora, si él vio esta escena, sería imposible aclarar las cosas.

En algún momento, Zhou Xuanlan había abierto los ojos. Su expresión era calmada, pero probablemente sintiendo la intención asesina que irradiaba de los ojos de Xu Xingchen, sintió que seguir sujetando a Shen Liuxiang así no era apropiado. De mala gana, soltó su agarre.

Shen Liuxiang dudó un momento, sintiéndose atrapado. Intentó sentarse para salvar la situación.

-Es todo un malentendido, anoche ...-.

-¡Ponte la ropa antes de hablar!-.

Antes de que pudiera terminar de hablar, Xu Xingchen agarró la ropa que colgaba de la pantalla y empezó a golpearle con ellas, con aspecto furioso.

Shen Liuxiang, sintiéndose injustamente tratado, se tocó la nariz y se puso obedientemente la bata y salió de la cama como un niño culpable.

Aunque no tenía ni idea de lo que había hecho mal, al ver a Xu Xingchen actuando como un leoncito iracundo, no pudo evitar sentirse culpable.

Xu Xingchen sostenía en la mano un trozo de jade con un tinte azulado, parecido a un arma poderosa. -Les daré a los dos una última oportunidad para explicarse. De lo contrario, informaré de esto con sinceridad a Di Yunyu. Si se entera, seguramente los castigará severamente-.

Miró a los dos y empezó a enumerar una serie de acusaciones.

-Shen Liuxiang, estás cautivado por su encanto demoníaco y has abandonado tu misión. No me di cuenta por un tiempo, pero aún así fuiste y acabaste compartiendo cama con él-.

-Y tú, Zhou Xuanlan. Si Di Yunyu se entera de que engañaste a Shen Liuxiang para hacer tales cosas, ¡definitivamente te desollará vivo!-.

-¡Ambos no escaparan al castigo!-.

La cabeza de Shen Liuxiang palpitaba al escuchar todo esto.

Sin embargo, se dio cuenta de que si Di Yunyu se enteraba de esto se convertiría en un asunto problemático. Así que rápidamente trató de calmar las cosas. -Cálmate, no se lo digas a Di Yunyu-.

Xu Xingchen: -Entonces dime honestamente, ¿te has dedicado al cultivo dual?-.

Shen Liuxiang no había esperado que fuera tan directo. Él miró a Zhou Xuanlan, que estaba a su lado, sintiendo una oleada de calor que alcanzó sus mejillas.

-¡No! ¡No!-.

La expresión de Xu Xingchen se suavizó un poco y volvió a preguntar: -Si es así. ¿Tienes alguna intención de convertirlo en tu compañero taoísta?-.

Shen Liuxiang se sorprendió por la pregunta y, antes de que pudiera responder, Zhou Xuanlan le tapó la boca con la mano.

-No hables-. Los ojos de Zhou Xuanlan estaban abatidos.