Dos corazones rotos

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Enzo iba por su segunda copa del vino más caro del restaurante mientras Mati, jugando con su celular, parecía ignorarlo.
Habían cenado de los platos más costosos del lugar y Enzo lo miraba allí, con su ropa siempre varios talles más grandes, tan distinto a él, de camisa y pantalón de vestir.
Estaba enamorado, encantado, y también lastimado pero había aprendido a fingir esa parte, ya habían pasado varias semanas y aunque se esforzó en observar en detalle si veía algún indicio de que él y Esteban se veían, no lo había encontrado, por lo que lentamente volvia a confiar.

-estás muy lindo hoy-le dijo maravillandose ante la sonrisa que Mati le regaló

-vos también bebé-le respondió dejando su celular a un lado

La mirada de Matias inspeccionó el lugar y se topó con la puerta de los baños; Enzo miró hacía allí y adivinó sus intenciones.

-no,Mati

-dale...

-vamos a casa,mi amor, nos pueden escuchar...

-dale, juguemos un ratito, como antes

Enzo se negó varias veces,pero como ese pendejo era lisa y llanamente su debilidad, estuvieron en el baño en pocos minutos.

●●●

-que linda pija tenés, me gusta mucho, me la quiero comer toda ¿me la das?-le preguntó remarcando el grosor de su pene por encima del pantalón.

Enzo cerró los ojos apoyándose en la pared del cubículo y le acarició el pelo,tenía su boca mordisqueandole el cuello y aquélla mano apretando su erección

-toda-le dijo-es toda para vos

Mati se puso de rodillas y le bajó el cierre.
Empezó a pasarle la lengua lento, arrastrandola sobre la punta mientras con la mano le daba caricias que le arrancaban suspiros contenidos.

-comela toda, mi amor-le pidió mirandolo desde arriba

Mati asintió con la cabeza mirandolo a los ojos

-que putita hermosa-le dijo encantado ante lo que veía, acariciandole la mandíbula

-soy tu putita, mi amor

-chupala Matias-le exigió y sin pensarlo dos veces, él obedeció-comela toda

Matias abrió la boca y empezó a chuparla tal como Enzo se lo pidió, llegando a rozarse la garganta con la punta.

-¿está rica, bebé?

Mati no podía responderle, tenía la boca totalmente ocupada mientras movía su cabeza.
Fue entonces cuando sintió su mano impactar contra su mejilla tomandolo por sorpresa, dejandolo aturdido

-a papi se le contesta cuando te habla

-perdón papi -dijo con dificultad, mirandolo nuevamente

-buen chico-le dijo acariciando donde acababa de golpear-¿sos mi pibito vos?

-lo soy, soy todo tuyo yo

Volvió a lo que hacía, chupando y mordisqueando sin dejar un solo rincón de piel.
su boca comenzaba a entumecerse pero no dejaba de atender a su hombre que gemía de placer en ese baño elegante

-vos sos todo mio -dijo tomando con fuerza su cabeza para empezar a cogerle la boca

Mati se estaba ahogando, sentía que en cualquier momento podía llegar a vomitar pero lo aguantaba.

-vos sos mi pibito y no te comparto con nadie ¿me escuchaste?

quería responderle pero su verga se lo impedía, asi que otra vez volvió a ser golpeado

Te amo, pagas mi alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora