Capítulo 9.

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[Castillo Lucifer – Sala de Reuniones]

Naruto, Belcebú y Rizevim vieron la proyección frente a ellos con serenidad.

En uno de los tantos campos de batalla, estaban peleando los diablos más fuertes de la nueva generación.

Sirzechs lanzó una esfera de Poder de la Destrucción hacía un grupo de caídos que iba hacía el, saltando en el aíre y girando para evitar un grupo de ángeles de 3 pares de alas. Pequeñas esferas de la magia de su clan materno salieron disparadas, asesinando a los ángeles sin chance a responder.

Ajuka partió a la mitad a dos caídos que iban a atacar a su compañero por la espalda, usando solo sus piernas.

Ruval lanzó un puñetazo rodeado de fuego, el cuál se llevó puesto a 5 ángeles de dos pares de alas. Serafall lanzó unas estacas de hielo hacía un pequeño grupo de caídos, los cuales cayeron como moscas del cielo.

Falbium estaba peleando cuerpo a cuerpo con dos ángeles, aprovechando una apertura en ambos para atravesar sus costados y usar un ataque mágico de rayo para rostizarlos.

Naruto cambió la proyección, viendo otra parte de las zonas de pelea.

Desde que los caídos se metieron a la guerra, literalmente a los 10 años de iniciar la misma, la misma se mantuvo en un empate constante en los más de 500 años que pasaron.

Solo Elohim y Naruto no habían tocado el campo de batalla.

Incluso Azazel fue a ayudar a sus cadres cuando llegaron los arcángeles al campo, a excepción de Miguel, Gabriel, Metatron y Azrael.

Asmodeus, Belcebú y Leviatán fueron al campo a pelear contra Kokabiel, Tamiel, Armaros, y Baraquiel. Aunque los cadres se retiraron con muchas heridas, solo Asmodeus y Leviatán tuvieron heridas leves, y solo una o dos algo profundas.

Belcebú era el único que jugaba con ellos porque, a excepción de sus dos compañeros, era el más cercano en poder a Naruto, y el mismo podía haber derrotado a los cadres con un solo brazo.

“Iré a prepararme. Quiero hacer que al menos Miguel aparezca, y ver si ese viejo bastardo no hizo tan mal su trabajo con el”.

Naruto se levantó y salió de la sala, ignorando las alabanzas hacía su persona, además de las propuestas de sexo de las súcubos y algunos íncubos.

‘Zekram, estúpido niño. Perro que muerde la mano del amo, se sacrifica'.

Cuándo decían que podía saber todo lo que pasaba en el inframundo, no era broma.

Su presencia estaba en cada rincón del Inframundo, en la sombra de cada diablo, en las paredes de las habitaciones, incluso en el propio cielo.

Cada milímetro del suelo era él. El aíre que se respiraba en el inframundo era su presencia viendo lo que todos hacían.

Creó a los diablos como soldados, su ejército personal. Sin embargo, el líder Bael era lo suficientemente estúpido como para creer que él haría ojos ciegos sobre sus actos.

Era obvio, los diablos no tenían conocimiento de que el los observaba. Sería un movimiento estúpido de su parte revelar eso, y solo los Maou, Lilith, Rizevim y Euclides lo sabían.

Aunque su gobierno era basado en el miedo a su poder, mantenía el respeto y la lealtad de todos con un buen gobierno.

No había pobres, ni esclavos o algo. Todo se hacía con un permiso otorgado por el, Lilith, Leviatán o Belcebú. Asmodeus no tomaba muchas decisiones porque vivía follando todo lo que se movía, a excepción de Lilith, Leviatán y los propios Naruto y Belcebú.

Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora