Capítulo 12.

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Partículas moradas bajaron de las nubes oscuras, arremolinándose alrededor de toda aquella oscuridad masiva que rodeaba la figura del primer ángel caído.

El Dios de la Biblia observaba con seriedad aquellas partículas. Estaban danzando alrededor de su hijo demonio, como si estuviesen esperando una orden.

Un solo movimiento.

La mano izquierda de Naruto se movió. Las partículas se movieron con más fuerza, juntándose en un solo punto, antes de reunirse.

Una katana.

Eso fue lo que vieron los ojos de Elohim. Una katana rodeada de energía oscura y… cósmica.

Incluso el mismo Caos está de tu lado”.

Tomó la katana desde la funda, girando su cuerpo levemente, quedando su brazo izquierdo detrás de el y, en consecuencia, la katana.

Astrum”.

En un nanosegundo, dos golpes con el mismo mango sacudieron el rostro de Elohim.

¡Slash!

Un corte lleno de energía oscura y levemente morada cortó el pecho de Elohim en diagonal.

Naruto dio un salto hacía atrás, lejos de Elohim, cuando una espada rodeada de luz y fuego cayó del cielo.

Un mango de oro, con un brillo rojo en la misma. Doble filo, y una punta que podría atravesar el sol mismo sin problemas.

Tomando el mango con fuerza, Elohim levantó aquella espada con ambas manos tomando una postura de combate limpia.

Naruto balanceó su katana, dejando una estela de energía y estrellas en la misma, antes de flexionar sus rodillas, y levantar la misma katana sobre el lado de su cabeza, con el filo apuntando a Elohim.

El icor dejó de caer del pecho del Dios, y en ese momento…

El cielo tembló.

Naruto era solo un borrón ante los ojos de Elohim, que estaba atento y listo para el contraataque de aquella katana.

Un corte diagonal y uno vertical tenían un solo objetivo, partir a Elohim. Dos rápidos movimientos de la espada detuvieron aquellos cortes, desviándolos a sus lados.

La torre se partió desde el tejado hasta el suelo por aquellos cortes.

Un rápido envaine.

Elohim sintió que veía la imagen de su hijo apenas lo había creado, al poco tiempo, y le sonreía de forma tan amable.

La imagen se distorsionó, y su espada se movió a 15 veces la velocidad de la luz.

Vertical. Diagonal. Vertical. Horizontal. Diagonal. Vertical. Cerca de 30 cortes a la velocidad de la defensa de Elohim fueron bloqueados por el mismo, sin embargo, otros 5 llegaron a tocar su piel.

Sus brazaletes se rompieron bajo dos de los cortes, y fue sólo un leve aumento de velocidad que le salvó de perder su brazo derecho por la energía oscura que salía de cada corte.

Parecía que el brazo de Naruto se había alargado, pero no era así.

La katana era una extensión del propio brazo de Naruto.

La pelea cambió totalmente su rumbo.

Dios decidió atacar, y Naruto no iba a ponerse a la defensiva. Jamás lo hizo, y jamás lo hará.

Astrum y Aeternum Custos chocaron con fuerza. Una onda de choque destruyó y apagó, finalmente, todas las estrellas que rodeaban aquel escenario.

A una velocidad desconocida para cualquier ser vivo en el universo, la energía oscura y la energía de luz chocaron miles de veces, en un duelo de titanes que hizo temblar aquella dimensión en la que se encontraban.

Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora