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Cuando se acabo la cena sentí alivio recorrer todo mi cuerpo, alivio que desapareció cuando sentí que aun me seguían  mirando, me despedí de todos fingiendo una seguridad que no tenia, solo quería irme a mi habitación hasta mañana.

Salí casi corriendo y al llegar me encerré mientras me abrazaba a mi misma, pero justo en ese momento veo como la puerta se abre casi aplastándome, es Cardan que al verme sentada en el piso con una mano en el pecho, frunce el ceño y aprieta la mandíbula, sus ojos muestran una preocupación que nunca había reflejado en el.

-Que sucede?

-Nada..-me siento tan estúpida diciendo esto ya que se nota que si me pasa algo.

-No me mientas odio eso...A parte eres pésima haciéndolo 

Me siento como una tonta, el miedo se disipa y me paro lentamente, es tan alto que tengo que levantar la cabeza para poder mirarlo, veo sus ojos verdes y me doy cuenta de que no me esta mirando a mi, bueno no a mis ojos por que su mirada esta sobre mis labios, los entreabro por puro instinto y eso hace que sus pupilas se dilaten.

Un escalofrío me recorre la espalda cuando se acerca acortando la distancia entre nosotros, y las ganas que tengo por tocarlo son sobrehumanas, mi corazón da un vuelco cuando pasa...

Me besa.

Es un beso intenso su boca me devora y yo intento seguirle el ritmo, me pega contra la pared besándome desesperadamente, va dejando pequeños besos por mi cuello y garganta, quiero tocarlo lo necesito, le agarro el pelo, el no se aparta pues esta muy ocupado como para hacerlo, de repente la ropa empieza a estorbar, me carga mientras me sigue besando y me sienta en mi escritorio tirando todo a su paso.

Deja de besarme para quitarme el corset dejando mis pechos expuestos a su mirada lujuriosa, va bajando lentamente hasta ellos y toca, pellizca y besa esos dos puntos tan sensibles de mi, arqueo la espalda, agarro un puñado de su cabello para que no se separe, jadeo tan alto que tiene que besarme para acallar mis gemidos.

Me quita lo que queda del vestido dejándome solo mi ropa interior, vuelve a cargarme hasta la cama, y va dejando pequeños besos por todo mi abdomen bajando peligrosamente y deteniéndose en mi ropa interior que es lo único que me cubre, siento su aliento a travez de la tela y en verdad necesito que me toque en ese punto tan sensible, sus labios rozaron la tela ya húmeda y solo ese toque provoca en mi una sensación nueva, arqueo la espalda cuando sus dedos empiezan a jugar con ese punto tan sensible, pero a pesar del placer que estoy sintiendo, cuando veo que esta a punto de quitarme la única prenda de ropa es cuando me arrepiento.

-Cardan..Para esto no esta bien.

Se detiene, sus labios están hinchados y sus pupilas ahora están dilatadas, su respiración esta tan acelerada como la mía, no me imagino como debo estar yo, se aparta mientras se pasa las manos por la cara frustrado.

-Si tienes razón esto no esta bien...tengo que irme buenas noches.

Y sale sin esperar respuesta alguna- Si buenas noches supongo- No puedo dormir, Lo bese y me gusto mucho muchísimo, deje que me besara y tocara, voy al baño y me doy una ducha fría para tratar de controlarme, cuando salgo me pongo un camisón y me tiro a dormir cosa que no puedo hacer.

Miro al techo mientras me regaño a mi misma por casi entregarme aun hombre como ese, ¿Que dirían mis padres sobre esto? ¿Que diría mi pueblo sobre esto? Soy una idiota, me froto los ojos frustrada por todo esto y de verdad detesto estas ganas por que yo no quería parar, pero tuve que hacerlo.

Me obligo a dormir de una buena vez, pero si algo tengo que admitir es que lo volvería hacer, y creo que eso es lo que mas me enoja, el saber que si fuera por mi no hubiera parado sus besos en mi piel y no hubiera evitado lo que estabamos apunto de hacer.



El reino enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora