¿Estás listo para amar? (Jipper - King Julien/Skipper)

Capítulo 9

Bueno, han pasado 4 años desde la última actualización de esta historia.

Supongo que nunca se es tarde para continuar un fanfic, jajaja.

Y qué mejor fecha para retomar esto que el 14 de febrero. Happy valentine's day <3

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Junto con Skipper, Clover aseguraba las trampas en la choza del Rey Julien. El lémur de cola anillada aguardaba nerviosamente sentado en la cama, mirando cómo sus súbditos revisaban minuciosamente cada una de las trampas para que estuvieran activas y le protegieran si Clover (o algún otro loco) intentará escabullirse a su morada para atacarle.

—Todo está listo y en orden, rey —Clover anunció—. Ningún bandido será capaz de entrar a su choza. Además, me quedaré toda la noche haciendo guardia afuera de su puerta.

—Eso último no es necesario —Julien respondió, sintiéndose más tranquilo por la confirmación de las trampas activas—. Skipper se quedará conmigo cuidándome.

Su declaración hizo que Skipper dejase de inspeccionar el circuito de una de las complejas trampas para voltear a mirarle con desconcierto y una pizca de pánico. Por su lado, Clover también pareció confundida y miró con duda hacia el ave.

—Cola anillada, no seas un bebé llorón —el pingüino se quejó—. Estás más que protegido aquí. No necesitas que yo haga guardia.

—¡Pero ya lo habíamos acordado! —Julien alzó más la voz, comenzando a hacer una pequeña rabieta—. ¡Aceptaste quedarte conmigo!

—Es sólo que no veo la necesidad de eso.

—Majestad —Clover intervino antes de que el rey continuara explotando en una rabieta—, con gusto yo haré la guardia. Es mi deber protegerlo.

Julien la ignoró completamente, reteniendo su mirada quisquillosa sobre el pingüino mientras farfullaba su molestia. Skipper le retenía la mirada, más molesta y con el entrecejo fruncido. Parecía casi ridículo cómo mantenían un duelo de miradas por algo así.

Clover respiró profundo, no le quedaba más que esperar a que su rey dejase de hacer un típico berrinche para saber cuál sería su siguiente orden. Ninguno de los otros parecía ceder pronto, por lo que Julien optó por hacer un puchero como último recurso para convencer al pingüino.

—No te funcionará —Skipper señaló, todavía sin parpadear, dejándose envolver en ese tonto juego de Julien sólo para que el lémur aprendiera que no puede salirse siempre con la suya.

El rey no respondió con palabras, simplemente hizo más grandes sus ojos, completamente adorables, fácilmente podría competir con Mort a esas alturas, pero Skipper apenas y tuvo un ligero tic en uno de sus párpados. Entonces el lémur lo complementó haciendo un mohín con sus labios, dando una imagen más desconsolada que sabía que era difícil de resistirse incluso para alguien tan malhumorado.

—Tú habías dicho que sí —murmuró, con un tonito igual de lastimero que hizo que el pingüino rodara los ojos con fastidio.

—Bien. Tú ganas —Skipper cedió.

Julien festejó su victoria dando una voltereta sobre la cama. Y, mientras él saltaba como loco, Clover se acercó discretamente hasta el ave.

—Skipper, si no quieres no es necesario que te quedes —ella le habló en voz baja—. Convenceré al rey de que yo soy quien debe hacer la guardia.

—No importa. Lo haré —movió una aleta en un gesto de restarle importancia—. Después de todo, él tiene razón, ya se lo había asegurado y no puedo retractarme de mi palaba.