Close - Minsung

You're Beautiful

Para fortuna del corazón de Minho, no hubo más sobresaltos, o al menos, no tantos como para no haber sobrevivido la noche. Cuando regresó con las bebidas ambos se sentaron frente a la fogata y siguieron intercambiando preguntas e historias, en su mayoría todas asociadas con viajes memorables o cosas pequeñas y cotidianas que ambos disfrutaban.

Hablar con Jisung era fácil, cómodo y siempre una aventura. La naturaleza curiosa de Minho se veía afianzada con la apertura de mente del músico, quien no escatimaba en detalles cuando el investigador le preguntaba cosas.

Esa noche, si hubiese estado anotando cosas en su libreta, el pelirrojo hubiese podido llenarla de pequeñas observaciones que había hecho a lo largo de la jornada, entre ellas: tenía un aire independiente pero igual, siempre buscaba compañía cuando quería compartir algo que le gustaba; le gusta dibujar; puede quedarse viendo anime por horas; cuando no tiene nada que decir simplemente se queda contemplativo y hace un puchero; cuando se siente en confianza se ríe más y fuerte, y hace chistes de papá; siempre tiene una referencia musical para todo. Recitando la cantidad de detalles que el pelinegro tenía fue la canción de cuna que necesitó para irse a dormir luego de hablar por horas, algo que raramente pasaba.

Jisung podría decir que había sido una de las noches más tranquilas que había pasado desde hace tiempo. Compartir risas, historias casuales, algunas cosas profundas pero no tanto, habían afianzado mucho más la confianza que tenía en Minho; no solo eso, mientras miraba al techo esperando que le diera sueño, empezó a recordar las pequeñas pero no insignificantes cosas que le habían gustado del pelirrojo.

La risa y sonrisa del investigador eran enternecedoras, contrarias a la imagen intimidante que daba normalmente. La imagen que tenía en su mente de sus facciones a la luz del fuego, volvió de repente. Alcanzó la foto que había dejado sobre la mesa de noche y la miró atentamente. ¿No era un sueño, verdad? Nada de lo que estaba sucediendo lo era. Pudo recordar también la sonrisa de satisfacción que vio cuando recorrían la casa y él estaba apreciando todo. ¿Por qué Minho era tan especial con él?

Aún mirando la foto, recorrió cada pequeño detalle con sus ojos y sus dedos. El pelirrojo le recordaba al fuego. Esa sensación de tranquilidad que le daba mirar las llamas de una fogata, también podía sentir al verlo a él. "Jugar con fuego te puede quemar", recordó, no eran palabras de alguien específico, era un dicho que todo el mundo decía, pero en este caso... ¿Esas llamas lo quemarían, o serían el abrigo que necesita? Pensando en eso, quedó profundamente dormido.

***

El día empezó más bien tarde para ambos luego de haberse ido a dormir casi a las 4 de la mañana. Minho, a pesar de haberse despertado como siempre a las 6, decidió quedarse en las cobijas hasta casi las 10 cuando ya su estómago empezó a pedir alimento. Se arregló antes de salir de su habitación y asumió que Jisung seguía en el quinto sueño al no escuchar ningún movimiento afuera. Al salir del cuarto y en camino a la cocina, se detuvo un segundo frente a la habitación del músico, había mucho silencio y la curiosidad le ganó. Abrió un poco la puerta y lo vió envuelto en las cobijas como un burrito, imagen que le enterneció. Decidió dejarlo tranquilo y bajar a hacer algo de comer.

El investigador tuvo tiempo de preparar su comida, dejándole bocado al productor, y luego se puso a leer un libro que había llevado. El día no se veía muy prometedor, el cielo estaba lleno de nubes y hacía más frío que la noche anterior, sin embargo, Minho quería salir a caminar, pero dudaba si hacerlo solo o esperar a que Jisung despertara y preguntarle si quería ir con él.

Jisung empezó a despertar de a pocos. Se sentó en la cama, todavía con los ojos cerrados, despelucado y sintiendo que podía quedarse dormido todavía. Estaba un poco en piloto automático. Frotó un poco sus ojos y miró su celular, ya eran las 11:20 am. Abrió los ojitos con algo de esfuerzo y fue ahí cuando cayó en cuenta que probablemente Minho ya estaría despierto y arreglado. Se arregló rápidamente y bajó. Al llegar al primer piso, vio a Minho sentado leyendo un libro. Ese hombre a veces le parecía una alucinación.