Love Me Like That

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Minho rara vez necesitaba despertador para levantarse en las mañanas, su reloj biológico estaba tan afinado y él era tan disciplinado que estuviera donde estuviera, se despertaba siempre a la misma hora: 6:00 am. Ese día, y a pesar de no haberse quedado en su casa, no fue la excepción. Sus ojos empezaron a abrirse lentamente mientras sentía una tenue luz de día entrar por una de las ventanas. Le costó ubicarse por un segundo, pero recordó los eventos de la noche anterior inmediatamente y volteó a mirar a su lado izquierdo: Jisung estaba profundo en una posición de caída libre.

El pelinegro se veía tan cómodo y angelical que Minho no pudo evitar quedarse observándolo un rato, todavía lamentando y detallando las heridas en su mejilla. En su observación, detalló algo que no había visto antes, un lunar en su mejilla izquierda. "Lindo", pensó. Al notar la naturaleza de esa idea, su corazón saltó por un momento, poniéndose muy nervioso. ¿Desde cuándo y por qué sentía que podía quedarse horas viendo a Jisung? ¿Y por qué se le aceleró el pulso de un momento a otro?

Claramente era muy temprano y los pensamientos existenciales le atacaban a esa hora, pero también fue la inminencia de verlo mal, lastimado... La sola idea de que algo peor hubiese podido suceder agitaba algo en Minho. "Aduéñate de tus pensamientos", Lee Minho. Se dijo a sí mismo. Miró su celular, era temprano y tal vez Jisung no iba a despertar en un buen rato. Se debatió sobre si volver a intentar dormir otro rato, o si debía ir a buscar algo para hacer un desayuno, pero antes de que pudiera tomar cualquier decisión, vio como Jisung, en medio de su sueño, se volteó hacia su lado y pasó su brazo sobre él, atrapándolo. Estaba cerca. MUY CERCA.

Jisung siempre dormía con una almohada entre sus brazos, era más fácil conciliar el sueño para él porque se sentía más cómodo y acompañado. A veces la dejaba de lado mientras dormía pero se despertaba para volverla a agarrar entre sus brazos. Despertó un poco, aún somnoliento sin abrir los ojos, y no sintió su almohada, simplemente que estaba apoyando su brazo en otro lado. En su afán por volver a agarrar la almohada, empezó a buscar pasando su mano, tanteando por encima de las cobijas para ver si la encontraba, pero sintió una "forma" poco familiar. Pasó su mano un poco más suave, ¿Qué es esto?, pensó. Agarró algo que era bastante firme como para ser una almohada, lo que hizo que abriera los ojos. Estaba agarrando un muslo de Minho. No solo eso, estaba realmente cerca a él. Abrió los ojos aún más y, reaccionando un poco tarde, quitó la mano y se alejó quedando sentado en la cama.

– L... Lo siento, estaba buscando mi almohada... – logró decir con la cara roja como un tomate y sin mirar al mayor quien aún estaba en la misma posición en la cama, igual o más sonrojado que él.

Dos emociones invadían a Minho, una era diversión, porque le pareció gracioso verlo tantear el espacio todavía en medio de sueños, buscando "algo", y luego vino la intimidación, al sentir su mano en uno de sus muslos, en ese instante quedó paralizado, pero lo observaba igual. Luego de un momento que no pudo decir fue incómodo, pero sí atípico, Minho simplemente sonrió suavemente.

– El que lo siente soy yo, invadí tu espacio. No sé a qué hora me quedé dormido cuando la película terminó. – Trató de aligerar el momento, aunque por dentro su corazón iba a mil todavía. Se sentó y arregló su pelo, debía verse como un desastre y por alguna extraña razón le preocupaba que Jisung lo viera así, aún cuando su imagen era la última de sus preocupaciones en el día a día. – Creo que es mejor que me vaya y sigas descansando. Es temprano todavía.

– ¡No, no! No hiciste nada malo. Yo... mmm.. ¿No quieres quedarte a desayunar? Está bien si no quieres o no puedes... – Jisung no quería que Minho se fuera. Quería compartir su mañana con él, claro estaba, si el pelirrojo también quería, y el músico estaba rogando en su alma para que se quedara.

Close - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora