14/02/2024

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¡Ayuda! No quiero escribir.

   Realmente mis ganas de estar aquí hoy son prácticamente inexistentes.

   Por un momento pensé en saltarme este día, pero recordé que fallé el 12.

   ¿Por qué decidí escribir todos los días?

   ¿Y si me voy a hacer tarea o algo? Ah sí. No tengo o ya terminé. Estoy intentando algo que se llama no procrastinar.

   ¡Por cierto! ¡Feliz día del amor y la amistad!

   Sara me regaló unos chocolates hoy, a mí y a toda la clase. Parece que le gustan los 14 de febrero y que ya no está enojada conmigo.

   Vi a Gael en servicio becario. «Nos dieron el día libre» porque somos los únicos becarios responsables.

   Aprovechando que teníamos tiempo, pues nos quedamos juntos.

   No le dije nada a Sara, ¿para qué? No quería averiguar si se volvería a enojar, y no tenía ganas de lidiar con su humor... Que (vamos a escribir así bien acá)... Se me antojaba extraño, cuando se trataba de Gael.

   Después de un rato regresé a clases y ajá. El día pasó entre explicaciones, diseños, pláticas, risas y más diseños.

   En casa no hice gran cosa.

   Por alguna razón siento que es viernes. Ya quiero que sea viernes. Y me preguntaré «¿Por qué? ¿Vas a ver a Gael?», y la respuesta es «no», pero me gustan los viernes, sólo tengo una clase y este semestre no tengo clases en sábado, así que los viernes se disfrutan.

   ¿Qué más me puedo decir?

   Piensa, Erica, piensa. Sólo falta escribir un poco más para no dejar este día vacío en comparación con los demás.

   No he leído esta semana el libro del curso al que entré. Ese del que me conté a principios de mes. Y eso me atrasa con mi curso, pero, a ver, sólo voy atrasada con la lectura, no con la escritura. No sé cómo he mantenido el ritmo con mis clases y Autor de Éxito.

   (Porque seré una diseñadora que escribe o una escritora que diseña 🤙🏻).

   ¿Qué está mal conmigo? ¿Cómo se me ocurre entrar a un curso mientras tengo clases? Estoy formando carácter. Sí, eso me diré.

   Nunca pensé que diría esto, pero quiero más tareas... No, mejor no. Sólo... Tal vez vuelva a procrastinar. Me siento muy tranquila. Ya sé que apenas tuve exámenes. ¿Pero dónde está el estrés? Como que me falta estresarme.

   ¡Ya no quiero escribir! ¡¿Por qué decidí hacer esto?! (x2)

   Y, aunque ya sé que no se supone que cuente mi vida, y puedo escribir sueños o ideas simples, hoy estoy en blanco.

   No me acuerdo qué soñé.

   No tengo ideas de nada.

   No me saldría un poema en este momento.

   Ja. Estoy jugando con mis dedos sobre el teclado, pensando, viendo las letras, tratando de unirlas para formar palabras y luego imaginando cómo hacer que esas palabras formen algo coherente.

   El conejo blanco que salta intentando atrapar a la libélula que se pierde en un charco que la lleva a atravesar el espejo en la habitación de la niña de vestido rosa que quería la muñeca inexistente de un personaje en la computadora.

   El párrafo anterior es el ejemplo de lo que no quiero escribir. Las palabras se unen, sí, ¿pero tienen coherencia?

   Aunque no odio del todo cómo suena. Tal vez haga más cosas del estilo después, como cada día que no tenga ideas o ganas de escribir. Je.

   Hasta mañana, Eri.

   TQM ♥️.

   Descansa.

EV

  

Erica. Mi intento de diario  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora