Finjamos que es 17/02/2024

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Ya sé, ya sé. Estoy fallando pero de una forma preciosa.

   En mi defensa, ayer, a la hora en la que suelo escribir, no estaba en mi casa. Hubo una fiesta de máscaras.

   ¡Una fiesta de máscaras!

   No todos los días se presenta la oportunidad de asistir (o ser invitado) a una fiesta de ese tipo.

   Fue una invitación de ayer para ayer. Unos vecinos nos invitaron, pero las invitaciones eran digitales y pasó algo por lo que no nos habían podido decir, algo de perder contactos o el teléfono, o las dos.

   No podíamos faltar. Fuimos de los pocos elegidos (del fraccionamiento) para ir a esa fiesta.

   ¡Una fiesta de máscaras! x2

   Improvisé mi ofni, la verdad. ¿Quién está preparado para ir a un evento de esos?

   ¿Y la máscara? Me hubiera gustado hacer una como las muchas que vi en Pinterest, pero no me iba a dar tiempo.

   — La máscara es opcional — insistió mi mamá. — Me dijo Carmen que no era obligatoria.

   (Carmen es la vecina, y amiga de mi mamá).

   Pero si había una máscara en la invitación...

   Hicimos lo que pudimos. Marcamos un diseño de antifaz en foami, lo recortamos, le pusimos brillantina, hilo elástico y listo. Algo muy simple porque peor es nada.

   Eran los dulces dieciocho de mi vecina. Pero creo que al final fue, más bien, la dulce fiesta de su mamá.

   Hubo canciones de Timbiriche, Miguel Bosé, Luis Miguel, y otros artistas cuyos nombres he olvidado porque yo estaba enfocada en cómo bailaba mi mamá y obligaba a mi hermano a ir con ella. Yo me salvé apenas porque pude usar el pretexto de «no, me duelen los pies», por haber llevado tacones.

   Estuve hablando con Gael durante la fiesta, me estaba contando en qué iba el plan del gotcha. Hicieron un grupo para ponernos todos de acuerdo (obviamente me agregaron) y empecé a conocer a sus amigos por mensaje. Me cayeron bastante bien.

   Sara también me estuvo mandando mensajes, pero nada que contar. Realmente no decía gran cosa. Palabras random, mensajes absurdos, o mensajes con letras de canciones de Disney. «Perdón, Sara, tú puedes esperar», pensé y dejé de responder.

   Entre Gael y el grupo de gotcha, y mi mamá obligando a mi hermano a bailar... Creo que está claro qué prefería sobre leer «Libre soy, libre soy...»

   Llegamos a mi casa como a las 2:00 AM, aunque mi mamá quería quedarse otro rato.

   No fui a ver a mi papá. Otra vez. Pero esta vez porque él se enfermó. Sonaba muy mal cuando me llamó para decirme que no iba a pasar por nosotros. Le dije que durmiera y tomara vitamina C, a mí suele ayudarme eso cuando me estoy muriendo.

   Y ajá. Básicamente es eso. No tiene mucho que salí de mi cueva 🤙🏻. Hicimos chilaquiles y café para desayunar. Nos quedaron 10/10.

   Sé que no he llegado a la cantidad de palabras usual, pero me voy a despedir. Tengo que escribir en Autor de éxito. Es el último día para escribir el texto de la semana en la plataforma.

   Bye-Bye.

   Hasta al rato.

EV

Erica. Mi intento de diario  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora