La lluvia era densa.
El peor escenario posible para un corredor era la lluvia. El agarre en las llantas se perdía por efecto del agua y eso lograba que el auto se patinara sin remedio alguno. Cualquier segundo lucía bien para que un aparatoso accidente ocurriera.
Los corredores profesionales sabían que la mejor opción ante un pronóstico de clima lluvioso era cancelar la carrera.
Los corredores callejeros no necesitaban pensarlo dos veces. En circuitos tan poco aptos para las carreras que van desde curvas cerradísimas hasta asfaltos justo al lado de barrancos con muchos metros de caída, era increíblemente estúpido e imprudente correr en esas condiciones.
Excepto que el Supra púrpura no se detuvo.
Al contrario, entró a la curva con una intensa velocidad. El agua salpicó por todos lados, haciendo ola al derrape que desgastó las llantas.
Pudo parecer que al final de la curva patinó un poco, echando la cola del auto peligrosamente hacia el muro de contención, sin embargo, el conductor recuperó el control, enderezó el auto y aceleró sin piedad. El Silvia que iba atrás apenas iba entrando en la curva cuando el Supra ya estaba yendo por la otra.Sus luces traseras prendían con timidez a cada segundo. El Silvia daba la impresión de que estaba sufriendo una crisis nerviosa solo reflejada por la fiesta de sus luces. Ni siquiera un club nocturno de mala muerte usaría iluminación estrambótica con ese ritmo.
Los cambios de palanca fueron rápidos y precisos. El conductor del Supra conocía cada parte de su auto, metiéndose en las curvas como un hijo de puta que no teme a la muerte, ni cuando la curva más peligrosa del circuito se acercó tuvo la decencia de bajar las revoluciones de su motor.Entró como lo haría una puta bien pagada.
Rápido y contundente. Sin piedad, solo un centímetro de diferencia entre la cola y el muro de contención fue suficiente para que se deslizara con gracia sobre el asfalto.
Los pocos espectadores que llevaban sus impermeables y paraguas fueron salpicados por el Supra en la cara. Los vidrios eran todos polarizados por lo que no se podía ver al conductor, pero por un segundo todos supieron que estaba sonriendo.
Contento con haberles rociado agua.
Se deslizó por todas las curvas siguientes con la misma habilidad. El Silvia ya no era visible en el espejo retrovisor. Piso el acelerador y en poco tiempo bajó de la colina para desembocar en la carretera principal que era poblada por autos convencionales.
Era poco más de la media noche pero aún había suficientes vehículos. El Supra surfeó entre ellos, derrapando en cada pequeño espacio. Bailando entre los autos que aunque ya sabían de la existencia de corredores en la ciudad, pocos habían tenido el gusto de verlos cara a cara.
Muchos no soportaron ver al Supra mojado esquivar con tan poco agarre en las llantas, la ansiedad pudo más. Se detuvieron en plena carretera, dejando al deportivo hacer su espectáculo.
En ese sentido, el conductor del Supra parecía un sujeto bastante pretencioso. Aprovechó que los autos se detuvieron para evitar un accidente con la lluvia y en el espacio de asfalto que le dejaron, hizo una dona.
El motor de un Supra es muy ruidoso, sacando llamaradas de fuego por los dos tubos de escape al acelerar. Una metralleta sobre cuatro ruedas. Un círculo en medio de la circulación fue hecho. El desgaste de las llantas se levantó en forma de una densa cortina de humo, solo iluminada por los faros de luces blancas.
El ruido del motor despertó a cualquier conductor que estuviera por quedarse dormido detrás de su volante. De forma simultánea los corazones de todos los espectadores se aceleró al darse cuenta que eso era lo que los corredores de hoy tanto alardeaban.
La lluvia caía con intensidad, sudando entre el ajetreo de un auto que antes de que la nube de humo desapareciera, pisó el acelerador y salió disparado hacia la derecha. El humo todavía no se disipaba cuando el Supra ya estaba corriendo entre las avenidas, esquivando a otros autos.
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I'll catch you in oversteer [TaeKook/KookTae] [Completa].
FanfictionPara correr un auto se necesita de mucha determinación, espontaneidad y una chispa de estupidez. Taehyung es apodado el Príncipe porque justo después de él está el Rey sin Corona. Un hombre que tiene mucho de los ingredientes especiales para ser co...