Capítulo 14. Hoseok

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Saberlo no lo hizo llevadero.

Al contrario, condenó a Taehyung.

Una pesada carga se sumó a sus hombros. Culpa en realidad. Repitió en su cabeza la escena del bar una y otra vez como un maldito disco rayado.

Ya se sentía culpable desde antes, sin embargo, darse cuenta de lo que sucedía en su interior lo hizo retorcerse de dolor al recordar.

La imagen de Jungkook persistía en su cabeza. Ojos rojos, dolidos. Ojos que después lo atravesaron con ferocidad.

Si había logrado sentirse como la mierda, luego de descubrirlo se refundió en porquería hasta el cuello. Ahora sabía que tenía que hablar con Jungkook, aclarar las cosas y-

Y-

Todo esto era muy nuevo. Aunque tenía en claro que debía hablar las cosas con Jungkook, no pudo evitar retrasar ese momento.

Los días después de eso encontró mil y una excusa para no ir a las carreras, para no mirar a la cafetería. Para esconderse.

Gustar de un hombre no era la cotidiano para Taehyung.

Tenía miedo.

Quería verlo en persona y al mismo tiempo le ponía los pelos de punta imaginar su primera interacción desde ese día. Una ambivalencia era su cabeza.

Quizá por eso pasó de no querer dormir en lo absoluto dentro de la bodega a pasar los días enteros haciéndolo. A veces, ni siquiera dormía, se la pasaba acomodando las cajas o haciendo inventarios. Lo que fuera para perder el tiempo en ese pequeño rincón.

Lo cierto es que la pesadez en su cuerpo no había hecho más que aumentar. Como estar caminando sobre Júpiter, la gravedad lo ataba al centro del planeta con cadenas imaginarias pero reales. La pesadez también afectaba a sus párpados que solo sabían cómo cerrarse y dormir.

Nunca había dormido tanto. Unas pocas horas al día estaba atendiendo en la tienda de discos. De ahí en fuera, se la pasaba durmiendo en la bodega y al llegar a casa, en su cama. No escuchaba la alarma ni los autos pasar, podría haber un terremoto y Taehyung ni siquiera lo sentiría.

Su cuerpo estaba en modo automático. Los autos que más odiaba Taehyung eran los automáticos, no los soportaba ni ver, resultó que un día se convertirá en uno de ellos.  Haciendo cambios de caja sin esfuerzo, el volante suave y aburrido, dos escuálidos pedales que no tenían gracia alguna ni estética. Era como conducir deseando no hacerlo.

Taehyung se sentía así, solo quería dormir.

Su cabeza pensaba mucho los últimos días aunque no sabía en qué. Sus pensamientos divagaban a la deriva y cuando trataba de entenderlos, desaparecía todo, quedándose en un espantoso blanco.

Yooun lo habría dejado pasar dado que ahora parecía estar más activo, de no ser porque Taehyung había adquirido el mal hábito de tener un cigarro en los dientes.

Sin encenderlo, solo mordisqueando.

"Tú no fumas." Dijo ella y Taehyung se encogió de hombros.

"No es tu asunto."

Pudo entender a Jungkook cuando dijo que fumar lo relajaba. No obstante, el caso con Taehyung era distinto.

Él no deseaba el olor del tabaco. Él deseaba otro aroma que ya no podía encontrar ni en su auto ni en la cazadora oscura. El tabaco solo era una distracción porque sabía que a él le gustaba fumar y porque en el proceso, podía sentir un poco de la habitual tensión desaparecer de su cuerpo.

Con un poco de ingenio hasta podía crear memorias falsas donde Jungkook desprendía el olor a cigarro como rutina. 

El sentimiento era suave, un alivio que lo ayudaba a dejar de estar tan aterrado por la sola idea de enfrentarse a él después de todas las estupideces que le dijo el otro día.

I'll catch you in oversteer [TaeKook/KookTae] [Completa].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora