I'll catch you in oversteer [TaeKook/KookTae] [Completa].

Capítulo 3. Danzando con el diablo

A Yooun le contó todo lo que había pasado mientras tomaban una taza de café del local de enfrente. Esta vez Taehyung fue a comprarlo él mismo, con el fresco conocimiento de que al conductor del GTR le habían dado vacaciones. Se esmeró y hasta compró un par de emparedados recién hechos.

Aunque Yooun no participaba en las carreras, también deseaba que se hiciera un cambio de líder y si era posible, que se saliera del equipo. Más que nada porque había escuchado la versión de Taehyung y ambos habían llegado a la conclusión de que Jungkook lo único que buscaba era molestarlo y joderle la vida.

Se sorprendió cuando escuchó que Taehyung lo había golpeado, al principio parecía que lo iba a regañar, después cuando escuchó el contexto completo, dijo "¡Es un idiota! No puedo creer que hagas todo eso por él."

Sí, Taehyung tampoco.

"¿Y bien, irás por él?"

Frunció la ceja "Le dije que iba a ir."

"No, no lo hiciste. Él acordó la hora sin esperar tu aprobación."

A Taehyung se le ofreció todo un mar de posibilidades. Abrió la boca y miró con ojos acusadores a la pequeña universitaria.

"¡Me matará si no lo hago!"

"Por supuesto que no, no seas ridículo."

Taehyung no lo había pensado. Él era un poco tonto, no le gustaba complicarse la vida y menos meterse con los demás. Eso último casi no se veía desde que le dio una golpiza a la persona equivocada. Como sea, no recogerlo para hacer la compra sonaba cruel. Sí, Jungkook tenía las de perder, le robaba la atención de las posibles parejas de una noche, lo había tirado al suelo, no le caía bien y no soportaba estar en silencio en su presencia, pero-

Una parte de Taehyung se angustiaba cuando pensaba en dejarlo plantado. Él no quería hacer eso.

No por otra cosa más que la culpabilidad haciéndose presente. Había visto toda su cara hinchada, los ojos morados de las ojeras y lagrimosos. Le daba repelús recordar que todo eso lo había provocado él solo, maldita sea, tal vez sí era un blando.

Además, solo era empujar un carrito de compra, ayudar a meterlo en el maletero y conducir de vuelta. No era mucho. Su consciencia se auto convenció pensando que lo mejor sería cumplir su parte. Mandó muy lejos a su Yooun interior.

Pasó por él unos minutos más tarde de lo que se haría de la tienda a su departamento, eso porque un cliente tardó en elegir un disco. Al final derrapó un poco para llegar, a lo lejos vio la figura de Jungkook parada justo donde la había visto por la mañana. El motor de su auto era algo ruidoso, fácilmente se escucharía desde unos seis bloques de distancia, aún así no fue escuchado por Jungkook aunque estuviera a solo tres calles.

Se detuvo en el semáforo, observándolo desde lejos. Miró su reloj dándose cuenta que ya pasaban de las diez de la noche, Jungkook observaba la superficie de sus zapatos. Usaba un suéter ligero, inapropiado para el clima porque en otoño hacía un poco de aire de frío y las copas de los árboles se balanceaban de un lado para otro. Taehyung se preguntó si no tendría frío, ¿habría estado esperándolo en esa posición por mucho tiempo? Parecía estar realmente sumergido en sus pensamientos, tanto que ni siquiera notó a Taehyung a solo unos metros.

Antes de aparcar frente a él, vio sus puños apretarse. Su pie hizo un movimiento extraño, fue como si estuviera a punto de entrar al auto pero no tanto así porque un segundo después miró sorprendido al Supra, más bien había sido un paso para darse la vuelta y volver a entrar al edificio.

Sus ojos redondos y grandes ya estaban un poco mejor. Lo suficiente para que la mirada de total sorpresa fuera visible. Taehyung solo lo conocía de vista, pero en ese momento pensó que Jungkook había creído que él no llegaría.

En ese instante recordó la charla con Yooun, si le hubiera hecho caso, Jungkook sí se habría regresado a su departamento, enojado tal vez. Y Taehyung -

Bajó la ventana del copiloto y preguntó "¿Qué pasa? ¿No dije por la mañana que vendría por ti?" Se sintió menos intimidado por él hasta el punto en que se permitió bromear  "Solo es un poco tarde, vamos entra, ¿a dónde te gustaría ir?"

Jungkook salió de su estupor, abrió la puerta y entró. Olía a tabaco y a viento.

"¿Hace frío afuera?" Cuestionó sin esperar una respuesta, de inmediato se incorporó a la carretera "No necesitabas esperarme, solo habría llamado tu número y- ¡ah! No tengo tu número." no quería intercambiar números con Jungkook, ahora esa línea había salido de su boca de forma descuidada. Se quedó en silencio, rogando por que Jungkook fuera mudo como de costumbre.

Mala su suerte cuando dijo "Dame tu número y te daré el mío."

Maniobró un poco para sacarlo de su pantalón y se lo entregó. Bueno, no es como si fueran a enviarse textos o recibir llamadas inesperadas del otro. Darle su número no valía la gran cosa, mientras se olvidaran de que lo tenían, ¿a quién le importaba?

Jungkook le dijo a dónde irían en lo que se adueñaba de su auto para poner música. Por lo menos sus gustos musicales eran parecidos, pensó Taehyung.

No tardaron mucho, salieron del auto y Jungkook le dio un vistazo rápido. "Pensé que te quedarías adentro."

"¿Mn? ¿Quieres que me quede?"

Técnicamente, el trato solo era para llevarlo de ida y de regreso. No incluía cargar las compras ni nada de eso, de forma extraña había asumido que tenía que hacer todo el trabajo rudo en consideración de su costilla. Al ver que no era así, se quedó en su lugar sin saber qué hacer.

Jungkook se giró y lo miró. Él siempre lograba ponerse a contraluz de modo que Taehyung no fuera capaz de identificar su expresión facial, eso lo hacía sentir incómodo.

"No, acompáñame." Pidió.

Había bastante gente considerando la hora. Por lo general este era el horario para quienes trabajan durante el día. Taehyung también hacía las compras a estas horas. Tomó un carrito y siguió a Jungkook que desde el inicio empezó a arrojar cosas.

Esto era muy extraño ahora que lo pensaba. Hace muchos años que no era compañero de compra, la última vez había sido su mamá y su abuela, otras su hermano. Nadie ajeno a la familia en realidad. Cuando él iba por su cuenta, no le preguntaba a Yoongi si tenía un espacio para acompañarlo o a nadie en particular, iba solo. Y ahora estaba haciéndolo con su rival en las carreras como si fuera la cosa más natural del mundo.

Miró con sospecha la figura de Jungkook que caminaba delante.

¿En qué momento-?

Oh, sí, ya lo recordaba.

Jungkook, ese desgraciado, aventó un par de trapos al carrito sin darse vuelta. Su mano los tiró por encima de su cabeza confiando en que Taehyung lo seguía de cerca y los atraparía con la canasta, como si estuviera jugando básquet. Pero Taehyung estaba dando una vuelta a sus pensamientos cuando de repente vio los trapos volar y la mano de Jungkook medio estirada.