I'll catch you in oversteer [TaeKook/KookTae] [Completa].

Capítulo 2. Palabras de buenas noches

Taehyung no era un fumador ni sentía nada en especial cuando veía encendedores, con este en cambio no pudo evitar tontear un buen rato. Encontró una hoja de papel y la quemó, descubrió que esa llama desprendía mucho calor y no era suficiente con tenerla alejada, podía sentirla muy cerca de su piel. No pudo evitar pensar en el dueño de semejante obra de arte, ¿cómo sería perder algo como esto en un descuido?

Debería de ser de algún cliente que la dejó ahí por error. Chasqueó la lengua pensando que de un vistazo se podía ver lo caro que era algo así, no tanto por el material del exterior, o por el color de la flama, sino por los finos grabados que parecían haber sido hechos a mano. Una figura artesanal de los pies a la cabeza, ¿cuántos lugares en Corea podían decir que habían sido los responsables de esto? Taehyung no conocía ninguno. 

Tampoco es como si estuviera interesado en encendedores. Lo que sí, es que no sabía que tenía clientes tan ricos yendo y viniendo a una tienda de discos convencional.

Taehyung guardó el encendedor en la caja fuerte planeando enseñárselo a Yooun antes de regresarlo.

Llegó a la montaña en unos minutos. Aparcó el auto y mientras se quitaba el cinturón de seguridad, alguien golpeó la ventana del auto.

Yoongi lo saludaba "No pensé que vendrías." Yoongi también se había enterado de su desajuste con el café, a diferencia de Taehyung, él no consumía nada de eso. Cocoa, según él, era mejor para beber durante el día.

"Ya lo arreglé. Creo que puedo seguir viviendo con decencia." Se rio.

Yoongi le señaló con una ceja cierta dirección y Taehyung la siguió hasta ver el maldito GTR estacionado del otro lado. 

"¿Sabías que iba a venir?"

"Por supuesto, tiene una carrera contra un Lancer."

Yoongi era su confidente y como tal, odiaba mucho a Jungkook. Él fue el primero en darse cuenta que el dueño del GTR lo observaba con desprecio mal fingido. 

Se recargaron del alerón del Supra, viendo a lo lejos cómo establecían las condiciones de la carrera.

"Es joven" dijo refiriéndose al conductor del EVO. Yoongi asintió.

"Dicen que es bueno." Sacó una cajetilla de cigarros y prendió uno. Taehyung lo vio con el rabillo del ojo, de repente recordó la ballena.

"¿Sabes dónde venden encendedores exóticos por aquí?" preguntó fuera de contexto provocando que Yoongi lo observara con la ceja alzada.

"¿Exóticos?" Murmuró con la voz amortiguada por tener el cigarro entre los dientes. Prendió la flama y alejó el cigarro. "¿A qué te refieres?"

"Uhm, bueno, encendedores con diseños muy elaborados. ¿Artesanales? Vaya, algo que no ves todos los días."

Lo pensó un rato "No lo creo. Seúl es grande y vasta, podrás encontrar algo así si preguntas. Yo no sé nada de eso."

Tarareó y dejó el tema por la paz. 

El dueño del GTR también era un fumador, en lo que hablaba con el otro corredor fumó todo un cigarrillo hasta dejarlo en cenizas. Asintió en acuerdo y caminó hasta la puerta de su auto, en el camino dio las últimas caladas. Antes de llegar tiró la colilla y la pisó con la punta de su bota negra militar.

En todo ese recorrido ni siquiera miró a Taehyung, prueba más de que a veces personalizaba mucho de lo que ocurría. Viéndolo así, podría parecer que toda la historia estaba en su cabeza. 

Se subió al auto y lo alineó para competir. El GTR no solo era rápido, además tenía estilo. Muy en el fondo de su ser, en un lugar sucio y con telarañas, sabía que la mayoría de los que odiaban a Jungkook, lo admiraban al mismo tiempo. Taehyung era uno de esos.

Cuando lo veía arrancar no podía evitar prestar suma atención a sus movimientos. Los vidrios de su auto siempre estaban arriba y eran polarizados, por lo que era imposible echar un vistazo a la forma en qué conducía o cómo es que tomaba el volante para dar todas esas curvas cerradas. 

Taehyung sabía que poco antes de que él llegara al Sunset Club, Jungkook también lo había hecho. En eso ambos se parecían. Taehyung llegó y en menos de un mes venció a todos los miembros del equipo para formarse una posición. A todos excepto el GTR. Y cuando el GTR llegó hizo lo mismo: le ganó a todos.