Descanso

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Después de que Tessie se baje del escenario, el director anunció que iba a haber un descanso de media hora para almorzar y para hablar de las cosas que habían sido reveladas en las presentaciones.

El almuerzo apareció por arte de magia, excepto para la tercera generación que cada uno comía su plato favorito. En la mesa de Slytherin todos estaban interrogando a Anissa, Vinda, Ondine y a Electra sobre el futuro.

—No podemos decir nada—dijo Anissa comiendo de sus fideos.

—¿Al menos nos podés decir si hubo alguna muerte más?—le preguntó Bellatrix.

La chica suspiró y observó a cada uno de los presentes. Se detuvo en el rostro de Rodolphus.

—No, no hay ninguna otra muerte—respondió Electra por ella—,  o al menos no de esta casa—susurró, pero por suerte nadie la escuchó.

—¿Cómo es que estamos en libertad?—preguntó Isabell.

—Dijeron la verdad y tenían miles de recuerdos como pruebas—le respondió Electra a su abuela.

Los adultos asintieron y los adolescentes porfin pudieron sentirse aliviados.

En la mesa de Gryffindor...

Tessie era la única hija de Gryffindor que se habia presentado, asique todas las preguntas eran para ella.

—En el futuro mi relación con Bellatrix es buena ¿no?—preguntó Klingsey a la pelirroja.

—Así es, tu y la abuela Bella son grandes amigos como en los viejos tiempos—asintió la pelirroja.

—¿O e caé?—preguntó Ron con la boca llena de pollo.

—¡Ron! Comé y después hablá—lo retó su madre, causando risas en sus amigos.

—Lo siento—dijo tragando y después miró a su sobrina—¿me casé?

—Sí, lo hiciste. Pero no puedo decir con quién—dijo la chica mirando a la mesa del futuro.

[Hey] la llamó una voz por Legeremancia

[Tía Alma ¿por qué me hablás por la mente y no en voz alta?] le preguntó Tessie del mismo modo.

[Porque no creo que quieras que todos se enteren que tu madre es Lara] le respondió la pelirroja.

[No me extraña que lo sepas, tía. No digas nada porfavor] le pidió la pelirroja.

[Tranquila no diré nada] dijo la pelirroja.

Klingsey al ver que Bellatrix salía del comedor, la siguió.

—¿Querías hablar, Schaklelbot?—le preguntó friamente la mujer en un aula vacía.

—Bella...—empezó el auror con duda ante la frialdad de su antigua amiga.

—Klingsey, necesito tiempo para pensar. Realmente fue de un día para el otro, y de la mada que se sepa todo, necesito organizar mi mente—dijo Bellatrix—. Ahora no podemos volver a ser amigos, habrá que esperar.

El auror asintió, y la mujer sonrió con tristeza antes de salir del aula.

En verdad extrañaba a su mejor amigo, pero tenía que priorizar a su familia y a la seguridad de la misma.

Volvió al GC y minutos después volvió Klingsey. Asique se subió la próxima persona.

Un viaje por desolación de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora