Un viaje por desolación de una adolescente

Flinch-Fletchey

Valeria II Andrómeda Helena Finch-Fletchey Petigrew
"Soy el reflejo de mi abuela. Veo la nostalgia y la tristeza en los ojos de los antiguos amigos de mis abuelos al verme"

Se subió una chica ya sin la capucha, er a hermosa. Una niña de pelo castaño oscuro muy largo y ondulado, los ojos avellanas y la piel bastante oscura.

—Valeria—dijeron los adultos de Gryffindor de la primera generación con sorpresa.

—Sí, pero no la Valeria que ustedes conocen—dijo la chica con una sonrisa triste.

—¿Valeria tuvo algún hijo?—preguntó Marlene confundida.

—¿Quién es Valeria?—preguntó Harry.

—Valeria Crounch, la novia de Colagusano y la hermana gemela de Barty Crounch Junior—le dijo Sirius.

—Nunca se encontró su cuerpo, fue asesinada por mortifagos. Se cree que por su mismo hermano—se explayó más Remus con la explicación.

Llevaba una remera negra de manga corta medio pupera y unos pantalones color crema arremangados al final con unas botas negras.

—Como se deben de haber dado cuenta la mayoría de los que conocieron a mi abuela, soy igual a ella.

Todos los que habían conocido a la chica Crounch asintieron.

—Me llamo Valeria II Andrómeda Helena Finch-Fletchey Petigrew—dijo la castaña con una pequeña sonrisa.

—¿Eh?—preguntaron Justin y Martin mirandose.

—Hija de Martin y Lisa Flinch-Fletchey, de soltera Petigrew—dijo la castaña con una sonrisa.

Sus padres se pararon y se acercaron juntándose en el medio.

—Soy Lisa—dijo ofreciendole su mano, a lo que el chico besó la misma.

—Martin, encantado de conocerte—dijo el chico, todo un caballero.

Los dos se sentaron juntos y esperaron a que su hija se presente.

—Acabo de cumplir doce años y soy la menor de toda la tercera generación, la mayoría tiene más de veinte años y ya son unos viejos—dijo la castaña con burla.

—¡No somos viejos!—le respondieron todos los de su generación ofendidos.

—Lo que los haga sentirse mejor—se burlón Valeria.

—Espera, dijiste que tu segundo apellido es Petigrew—la frenó Ron, sorprendido.

—Así es, ahora voy a contar la historia de mis abuelos y mi madre—dijo con un suspiro.

<<Empezaron a salir en su quinto año y eran muy felices, hasta séptimo año. Mi abuela quedó embarazada de mi madre y no volvió a Hogwarts porque la habían secuestrado los mortifagos>>

Los de la primera generación se horrorizaron, solo sabían que Valeria había muerta.

—Después de dar a luz, mi abuela logró entregarle a Bellatrix su bebé y esta se lo dejó a Andrómeda, quién crió a mi madre como si fuera otra de sus hijas—dijo con una sonrisa hacia la segunda de las hermanas Black, que la mujer correspondió encantada.

—¿Eso quiere decir que sos nieta de Petigrew?—le preguntó Fudge.

—Sí, pero no estoy orgullosa de mi apellido, los Black van a contar aquella historia asique no me corresponde a mi—dijo VJ rodando los ojos—. En fin, solo puedo decir que está vivo y que todo lo que dijo el tío Harry es verdad.

—¿Como les pidemos creer?—la volvió a interrogar Fudge.

—Venimos del futuro, Fudge. Es obvio que decimos la verdad ¿no cree?—preguntó levantó una ceja, a lo que el ministro la mató con la mirada

—¿En que año naciste?—le preguntó Hermione.

—En el 2013, nacía un par de años después y ya era parte de otra generación—dijo la castaña con una sonrisa.

—¿Vas a poner algún recuerdo?—le preguntó su tía Helena.

—Claro tía—dijo con una sonrisa antes de ponerlo.

Una Lisa ya más mayor, un rubio como de  unos 11 años y una Vale de 9 estaban en un mausoleo, el mausoleo perteneciente a los Crouch.

Allí había una tumba compartida de los abuelos de ambos niños.

—Mamá—dijo la niña señalando una tumba, la tumba de Barty Crounch Junior—¿él es tu tío?

—Sí cariño, Bartemius Crounch Junior. El hermano gemelo de mi madre, pero solo compartimos sangre. Los únicos que valen la pena en este mausoleo son tus abuelos y mi abuela.

—Por la que yo llevo el nombre—completó una voz a sus espaldas.

Era una muchacha como de unos dieciseis años, a quién no se le veía el rostro.

—Así es, Ava—confirmó Lisa, dejando flores en la tumba de su abuela y Vale dejó un ramo en la tumba de Peter y Valeria.

Y así termina el recuerdo, con Lisa y sus tres hijos caminando hasta la salida del cementerio.

—Es un buen recuerdo, solemos ir una vez por mes al mausoleo familiar—dijo la chica con nostalgia.