Dedicatoria

9 0 0
                                    

Este libro está dedicado a todas aquellas personas que se cruzaron en mi vida, le agradezco enormemente a esas estrellas fugaces que iluminaron mis noches más oscuras, mi corazón está partido a la mitad, la primera parte se quedó en Venezuela, el país que me vió nacer y me tuvo en su seno hasta que tuve que marcharme. Venezuela es un recuerdo agridulce, ahí pasé mi infancia, hice amigos que aún al día de hoy les tengo mucho aprecio, pero sé que esos tiempos se fueron para nunca volver. Por otro lado, la otra mitad le pertenece a Colombia, la patria que me acogió como uno más de los suyos, si a Venezuela le debo mi infancia a Colombia sin duda, le debo mi formación para ser adulto, aquí aprendí el arte de escribir, de bailar, Colombia me enseñó el arte de ser libre y me dió a personas maravillosas que directa o indirectamente han influenciado el pensamiento que quiero compartirles.

Ventanas: el reflejo de un alma cualquiera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora