Tatuajes [Cancelix]

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Buenos días. Se vieneeeeee🥳🥳🥳

Pero... ¿qué? O ¿quién?

🌻💛

El entrenamiento ha terminado, en unas horas más jugarán contra el Porto. 
Era más por la gloria que por cualquier otra cosa, estaban a la altura y podrían lograrlo. De local y en frente de su gente. 

Habían quedado de acuerdo con Cancelo en que irían a la casa del mayor. Iban pasando las cinco de la tarde cuando entraron a la residencia. Alicia no estaba en la casa porque Daniela había llegado para alistar la para ver el partido. 

Félix iba un poco intranquilo, sentía cierta incomodidad ya que no se había bañado porque creyó que Cancelo ya se había ido. Y al final terminó esperando por casi una hora al alfa en el estacionamiento. 

—Ya llegamos, Mô. Puedes ir a mi habitación y bañarte, toma la ropa que gustes, vamos a tomar una siesta después, ¿está bien? —Quizás no logro escuchar todo lo que dijo Cancelo y menos darle una respuesta, salió casi corriendo al baño. Su propio olor lo estaba mareando, jamás pensó en que se sentiría tan avergonzado por oler a sudor. 
Cancelo le aseguró más de una vez que no olía mal, que ni siquiera le molestaba que estuviera lleno de sudor. Pero para él no, se sentía sucio. 

Así que tiró sus cosas en el camino y cogiendo una de las toallas se metió a la ducha. No tenía ninguno de sus productos de higiene ahí, ese día se había olvidado de todo. Así que usaría los de Cancelo, miraba cada uno y ahí se percató de que habían productos idénticos a los suyos. Una sonrisa boba se dibujó en su rostro, el maldito alfa ya tenía sus cosas ahí como si se fuese a mudar. 

Disfruto del baño como nunca y al salir noto algunas cremas corporales, mismas que él usaba y sabía bien que al alfa no le vendría bien. Se rió ante lo indisimulado que era el mayor, y peor aún fue ver el cepillo dental cerrado que tenía su nombre en él. Una vez se quedó a dormir en su casa y ya tenía una copia de todos sus productos ahí, entre cortas risas terminó su rutina. 

Sabiendo que nadie estaba en casa además de ellos dos, dejó de lado la bermuda que trajo consigo. Se puso su bóxer limpio y echó una mirada afuera, no había rastros de Cancelo. 
Entonces salió del baño y corrió hacia el armario de mayor. Cogió una de sus camisetas del Barça que colgaba del perchero y se la puso. Le quedaba casi justo y se arrepintió unos segundos por no haberse puesto la bermuda, su culo estaba demasiado apretado con el bóxer y la casaca no ayudaba a cubrirlo. Entonces debía usar otra prenda de João. 

Al salir del armario se encontró con el mayor que traía en sus manos una jarra de agua y dos vasos. 

—¿Ya estás listo? ¿Descubriste tus cosas? Espero no haberme equivocado en nada. Quería que si te quedas acá, te sintieras como en casa. —el alfa lucía hasta apenado, Felix sonrió como bobo antes de acercarse a él y darle un corto beso en la mejilla.