Capitulo 2

20 5 2
                                    

Una Nueva Oportunidad

Capitulo 2.

Habían pasado tres días desde la muerte de Hiyori.  Yato se mantenía cabizbajo al igual que Yukine, sin embargo no dejaba de eliminar a los ayakashis ya que de cierta forma esto lo ayudaba a sacar el dolor que sentía por dentro. Durante esos días Yato no había regresado a casa de Kofuku pues no se sentía listo de ir al lugar donde habían pasado tantas cosas juntos. Pero sabía que tarde o temprano tendría que ir. No podía seguir así, sabía que a Hiyori no le hubiera gustado verlos de esa manera y no quería fallarle en su promesa de ser el mejor dios de la fortuna.
Yato y Yukine caminaban distraídamente cuando Yato detuvo su andar haciendo que Yukine hiciera lo mismo volteando a verlo.

ーEscucha Yukine, creo que está noche debemos regresar a casa de Kofuku. ーdijo mirando al shinki.
ーCreo que es buena idea, te lo iba a sugerir pero no tuve el valor ya que entiendo el motivo por el cual no hemos regresado, pero si aún no te sientes listo está bien. ーYukine coloco su mano en el hombro del dios tratando de demostrarle su apoyo. La muerte de su amiga le dolia hasta el alma, pero sabía que su dolor no se comparaba al que su maestro sentía sobre todo al pasar por lugares que contenían miles de recuerdos que se habían formado a lo largo de los años.
ーGracias Yukine, pero creo que es mejor que regresemos, no puedo estar escapando todo el tiempo, ella no hubiera querido eso.
ーEstá bien Yato, entonces vayamos a casa de Kofuku. ーsonrió el shinki.

Yato y Yukine llegaron a casa de la diosa al atardecer siendo recibidos por una gran abrazo de su parte.
ーLos extrañamos mucho Yato-chan y Yukki. ーdijo soltando al dios.
ーSiento haberlos preocupado no era mi intención.
ーNo tienes por qué disculparte, lo que pasó nos afectó a todos. Aunque sabíamos que eso era algo que pasaría tarde o temprano. ーdijo con tristeza.
ーPero siempre podrán contar con Daikoku y conmigo.
ーMuchas gracias Kofuku. Se que puedo contar con ustedes.
ーKofuku le dedico una sonrisa al dios. ーBien, ahora por qué no se dan un baño y después vienen a cenar con nosotros Daikoku no tardará en llegar con la comida.

Yato y Yukine asintieron a la diosa quien feliz les sonreía. Los dos chico comenzaron a quitarse sus sudaderas pues estaban un poco sucias. Kofuku miraba a los dos esperando para llevarse la ropa  cuando un pequeño destello  llamo su atención.
ーYato-chan, ¿Que es ese pequeño destello que tienes en el pecho?
ー¿Pequeño destello? ーdijeron  Yato y Yukine confundidos.
Yato bajo la mirada y sus ojos se abrieron, su cuerpo empezó a temblar mientras acercaba sus manos y tomaba a la pequeña esfera que irradiaba una cálida luz.
ーNo puede ser... Esto no puede ser posible. ーLágrimas salían de los ojos del dios mientras sostenía frente a el a la pequeña esfera. Yukine y Kofuku miraban confundidos y con preocupación al dios.

ー¿Yato, que te pasa? ーpregunto el shinki.
ーEs ella... Yukine...
ー¿Ella? ¿De que hablas?
ーEs... Es Hiyori. Está esfera de luz es Hiyori.
Al escuchar las palabras del dios Yukine   comenzó a llorar mientras negaba al mismo tiempo. Kofuku llevó sus manos tapando su boca por el asombro.
ー¿Estás seguro? ーpregunto la diosa acercándose y observando la esfera.
ーSi, no puedo equivocarme. Pero no entiendo, ¿Que hace aquí? Se supone que su alma se había ido. ¿Por qué regreso? ¿Que se supone que haga? Ella no debería de esta aqui.
ーYato callo de rodillas, su mente daba miles de vueltas intentando encontrar una respuesta a lo que estaba pasando. Kofuku se puso a la altura del dios mientras tomaba la esfera en sus manos y la miraba con ternura.

ーNo sé por qué razón Hiyorin regreso Yato. Pero si lo hizo debe de ser por algo mucho más poderoso que la muerte misma. Pero ahora la pregunta es ¿La convertirás en tu shinki?
ーYo... Yo no sé que hacer Kofuku.
ーEntiendo, pero debes recordar que así ella es un espíritu indefenso ante cualquier espectro que la intenté atacar. Sin mencionar que si se queda vagando poco a poco irá desapareciendo hasta que no quede ningún rastro. Si yo pudiera la nombraria, pero es imposible para mí y para el resto de los dioses y shinkis que la conocieron. La única manera de que ella esté a salvó es contigo. Se que no te será fácil, pero también se que esto te dará alegría.

ー Pero...
ーKofuku tiene razón Yato, ambos sabemos que te haría feliz tenerla de regreso con nosotros. Y te juro por mi nombre que no permitiré que algo malo le pase a ella. ーYato miro a su shinki para después asentir. Con una sonrisa Kofuku dejo al pequeño espíritu. Yato se paró delante de él comenzando a recitar las palabras que la volverían su shinki una vez más. Aunque ahora sería diferente.

Una Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora