Capitulo 3

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Una Nueva Oportunidad

Capitulo 3.

Una brillante luz iluminó el lugar para después desaparecer poco a poco dejando ver una figura de aspecto joven quien miraba confundida a su alrededor. Yato y los demás miraban sorprendidos a la chica, pues su apariencia era la de aquella joven doctora.
Algo temeroso Yato se acercó a ella dándole la bienvenida y explicándole quien era él. Yukine se mantenía en silencio observando a la chica, había olvidado lo linda que era su amiga. Kofuku miraba a ambos intentando retener las lágrimas de felicidad pero también de preocupación pues sabía que apartir de ahora el camino de los dos no sería fácil.

ーY eso sería todo Shiro. ー dijo después de acabar su explicación.
ーMuchas gracias Yato-sama. ーmenciono la chica haciendo una pequeña reverencia al dios.
Yato tosió un poco antes de volver a hablar.
ーBien Shiro, este chico de aquí es Yukine ー dijo jalando al chico de su chamarra. El es mi regalía bendita y podríamos decir que sería como un hermano mayor para ti.
ー¿Eh? ¿Cómo que hermano mayor? ーlo miro confundido.
ーClaro, tú eres mi shinki guía lo que te hace el mayor. Así que más vale te comportes a la altura y seas un buen ejemplo.
ーAquí el que tiene que preocuparse de ser un buen ejemplo es otro. ーmenciono Yukine lanzando una mirada acusadora a su maestro.
Yato llevo su mano a su pecho fingiendo dolor por las palabras de su shinki.

Una pequeña discusión se estaba llevando acabo, pero unas inesperadas risas los hizo detenerse para ver a Shiro y Kofuku  riéndose de ellos. Haciendo que ambos se sonrojaran.
ーJajaja... Perdón por rei Yato-sama, pero es muy lindo y divertido verlos pelear así, se ve que se quieren mucho.
ーPor supuesto, Yo quiero mucho a este chico. ¿Verdad Yukine? ーYato abrazo a Yukine haciendo que este se empezará a quejar y intentar liberarse de ese abrazo sin éxito.
ーBien chicos ¿Que les parece si comemos algo? ーdijo Kofuku mientras tomaba del brazo a Shiro llevándola a la cocina. Seguidos de Yato y Yukine. Los cuatro estaban sentados en la mesa disfrutando de los alimentos platicando sobre tonterías. Cuando el ruido del abrir de una puerta asustó a los dos dioses y a Yukine quienes se miraron entre sí. Yato llamo de inmediato a Shiro quien en segundos se transformó en aquella pequeña daga. Kofuku al ver que Yato la había llamado se levantó de su asiento llendo a encontrar a su shink.

Daikoku saludo alegre a los chicos, su mirada se desvío a la pequeña daga que Yato sostenía fuertemente.
ーEy Yato, no me digas que eso de ahí es...
ーSi, es mi nuevo shinki. ーdijo Yato nervioso.
ーVaya, quien diría que lograrias encontrar a alguien más.
ーSi, verdad. ーdijo rascando su cabeza.
ーEh, gracias Kofuku por la comida estuvo muy rico todo, pero ya es tarde y tenemos mucho trabajo que hacer.
  ー¿Pero que dices? ¿Cómo que ya se van? Si ni siquiera me has presentado a tu nuevo shinki. ーdijo Daikoku confundido.
ーLo siento Daikoku, pero será en otra ocasión, los dioses de la fortuna tenemos muchas cosas que hacer. Será en otra ocasión.
ーYato tomo a Yukine y los dos se fueron corriendo del lugar. Daikoku pensaba detenerlos pero Kofuku se lo impidió. Diciendo que después tendría la oportunidad de conocer al nuevo integrante de Yato intentando calmarlo. Aunque ella sabía que eso sería imposible si quería mantener a salvó a Kokki y Shiro.

Después de irse de casa de Kofuku Yato volvió a la normalidad a Shiro. Ella no entendía por qué Yato no la había presentado a aquel señor. Así que decidió preguntarselo. Yato no estaba seguro de cómo responder, pero sabía que tenía que hacerlo. Yato le pidió que tomara asiento en un pequeño banco para después respirar profundo y intentar explicarle de una manera en que ella entendiera y sin el miendo de decir algo que no debía. Yukine de ves en cuando respondía las preguntas que ella le hacía al dios y que este no sabía cómo responder. Después de unos veinte minutos habían terminado la explicación, la chica se miraba satisfecha con la respuesta que el dios y Yukine le dieron.
Yato suspiró aliviado para después levantarse y extender su mano a la chica quien la tomo haciendo que ambos sintieran un escalofrío cunado sus manos se tocaron.
ーBien, creo que es hora de ir a casa para que Shiro la conozca y después vayamos a comprarle algo de ropa. Ambos shinkis asintieron. Yato saco su celular el cual los teletransporto a un pequeño apartamento. En dónde se encontraba el pequeño santuario.

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