Iron Mom, Doctor Dad and their children Avengers |Ironstrange|

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Tony está acostumbrado a resolver miles de problemas de cualquier índole. Desde que empezó a usar su raciocinio, para ser más exactos. Él nació para crear problemas y resolverlos. Ha lidiado con demasiadas cosas desde el ámbito laboral hasta gastarse la voz durante una reunión con el Consejo de Acuerdos para obtener indultos para los ex prófugos. Pepper es increíble y tenaz, por eso fue una excelente asistente personal, pero Anthony es consciente de que no puede dejar que ella le resuelva la vida. La mujer ya ha tenido suficiente de su mierda. Ahora es el turno de él.

Estos últimos meses ha ingresado en una etapa abrumadora y fatigosa denominada «responsabilidad», porque controlar a los héroes más poderosos de la Tierra es mil veces más agotador que manejar Industrias Stark o tener que lidiar con el próximo idiota que quiere conquistar el mundo. Quizás la domesticidad les ha brindado la posibilidad de relajarse y disfrutar del día a día sin temor de que un lunático con aires de nazi los ataque. Ninguna de las personas que vive ahora en el complejo está exenta de una mancha gris en su historial. Algunos la tuvieron peor y otros batallaron sin destruir sus mentes o almas. Sabiendo esto, Tony los respetaba y de vez en cuando se ponía a pensar en cómo el destino manejó los hilos para unirlos.

Somos peones en un juego de ajedrez, esa línea de pensamiento ha estado vigente desde hace tiempo y ciertamente no es descabellado imaginar a una divinidad detrás de todo. Aunque eso significa que son solo unas marionetas, siendo manipuladas al antojo de un sádico con complejo de Dios. Debe ser un sádico, porque las guerras que enviaba terminaban en un cataclismo y los acercaba a un acantilado sin fin.

La voluntad de cada uno de los miembros de su equipo se forjó desde la cruda realidad, endureciendo sus almas y fortaleciendo sus esperanzas. Empújalos las veces que quieras, pero eso no será suficiente para derrotarlos. Mientras la llama siga encendida en sus corazones, no dejarán de levantarse.

Tony los quiere. Ya no se puede ver un futuro donde ellos no estén.

No obstante, en momentos como este, él únicamente quiere agarrarlos de los cabellos y arrojarlos al espacio y comprobar si sus cabezas explotan. Y eso es una gentileza al lado de las torturas medievales que el ingeniero deseaba practicar con ellos.

Stark se apretó el puente de su nariz, tensando los dientes y luego entrecerrando los ojos. Los luceros ambarinos detonaron exasperación. Y los culpables de un problema suscitado hace un par de horas se estremecieron por ser los receptores de su rabia.

«Un día. Quiero un maldito día donde ustedes no la jodan».

—Entonces, ustedes fueron al centro comercial y llevaron a Stephen a los videojuegos porque el pequeño hechicero no dejaba de insistir como un niño berrinchudo. —Los involucrados asintieron con la cabeza, con sus cuerpos y rostros firmes como un soldado a punto de ir a la guerra—. Se cansaron de que Stephen les pateara el trasero en los juegos y decidieron ir a comprar hamburguesas para todos, dejando a Stephen solo. —Los héroes tragaron saliva y nuevamente asintieron—. Y cuando regresaron, Stephen ya no se encontraba en el lugar. Lo buscaron por dos horas y nunca apareció. ¿Cierto? —añadió, apretando los puños y manteniendo la poca paciencia que le queda.

Thor miró la suela de su zapato, a Bruce se le caía la cara de la vergüenza y Steve estaba planeando volver a congelarse por los siguientes cien años.

El resto de Avengers contemplaron a sus amigos con cara de póquer. ¿De todas las tonterías que existen, tuvieron que elegir perder a Stephen en el centro comercial? El Maestro de las Artes Místicas seguía siendo un niño sin poderes; es obvio que está expuesto a la peligrosidad y esos tres sonsos lo perdieron.

Anthony suspiró, sintiendo la migraña alojarse en cada nervio de su cerebro.

—Esto es lo que vamos a hacer. Regresarán al centro comercial y lo buscarán hasta debajo de las plantas. Natasha, Sam y Rhodey lo buscarán por las calles cercanas al sitio. Wanda ve al Santuario, con suerte Stephen logró llegar ahí. Visión y yo lo buscaremos por aire. —Los héroes se levantaron de los sofás, preparados para la búsqueda del mini hechicero—. ¿Alguna pregunta?