Maraton 1/5
Horas más tarde seguía sin saber qué hacer y Ashton tampoco lo ayudaba mucho.
—¿Qué quieres decir con que no pasó nada? —dijo Ashton cuando Luke lo puso al corriente de lo que había pasado después de que __________ y él dejaran la playa—. ¿Te la llevaste como si fueras un gorila de montaña y no pasó nada? Pero si estaba prácticamente desnuda. —Ashton se recostó en su sillón y se cruzó de brazos, indignado.
—Estaba borracha…
—Y arrojándose en tus brazos, aunque no sé muy bien por qué, teniendo en cuenta lo imbécil que has sido con ella…
—No quería aprovecharme de ella.
—Oh, por favor, has aceptado las ofertas de cientos de mujeres igual de borrachas.
—¡No tantas!
—Esta bien, docenas.
Luke hizo un cálculo mental rápido y no discutió.
—Docenas de mujeres —continuó Ashton— y jamás has sentido el menor escrúpulo por sus estados de embriaguez. —Ashton hizo una pausa y un pequeño ceño le arrugó la frente—. Bueno, eso no es del todo verdad, jamás te he visto irte con alguien en peligro inminente de ponerse a vomitar.
Lo que decía Ashton era verdad y, maldición, le dolía. Luke jamás había sentido ningún escrúpulo por su comportamiento.
—Ninguna estaba tan borracha como para no saber lo que estaba haciendo. —Era un argumento bastante endeble pero por primera vez en su vida a Luke le estaba costando justificar su comportamiento.
—¿Y _________?
—¿Y ________ qué?
El tono de Ashton se hizo más exasperado todavía.
—¿Estaba tan borracha como para no saber lo que estaba haciendo?
Luke pensó bien la pregunta antes de contestar. No cabía duda de que __________ había bebido demasiado pero, sí tenía que ser sincero consigo mismo, tenía que admitir que había sido más bien un caso de pérdida de inhibiciones que de que __________ hubiera hecho algo que no habría hecho de ninguna otra manera.
Igual que en la noche de bodas de la joven. Luke sintió una tensión conocida en el estómago cuando recordó las horas que había pasado con ella en aquella gran cama del Winston. La había hecho suya de todas las maneras que se le habían ocurrido y, con todo, seguía empalmado y ansiándola cuando se había subido al avión que lo había devuelto a Cayo Holley.
Igual que en ese mismo instante, al recordar la sensación del pecho de _________, desnudo y perfecto, bajo su mano.
Pero no había estado bien aprovecharse de la falta de inhibición de ___________ en su noche de bodas, igual que tampoco habría estado bien si se hubiera acostado con ella el día anterior.
—Después de todos los sermones que me has echado sobre mi comportamiento en el pasado, se diría que estarías orgulloso de mi contención.
Ashton puso los ojos en blanco.
—Muy bien, por una vez no se te escapó de los pantalones. ¿Qué quieres, una medalla?
Luke intentó lanzarle una mirada asesina pero sin gran resultado.
—Lo único que digo es que es obvio que la deseas. Y aunque ella intenta mantener la compostura, está claro que el sentimiento es mutuo. Así que no veo por qué te sigues torturando. Por no hablar de como me atormentas a mí, que tengo que cargar con tu perpetuo mal humor.
—No es buena idea, Ashton.
—¿Pero qué problema hay? ¿A qué le tienes tanto miedo?
—¿Miedo?—se burló Luke—. Yo no le tengo miedo a nada —dijo, quizá con demasiada pasión porque Ashton se recostó en su sillón y lo miró con los ojos entrecerrados con esa expresión tan suya.
—Te gusta, ¿verdad? —dijo al fin con un brillo en los ojos, como si acabara de descubrir algún gran y oscuro secreto.
—Pues claro que me gusta…
—No, te gusta pero de verdad. Sigues suspirando por ella, como cuando ibas a la universidad.
—Yo jamás…
Su primo continuó, aplastando cualquier protesta que él pudiera haber hecho.
—Estabas loco por ella en aquel entonces. En tus emails siempre era «_________ y yo hemos hecho esto, __________ y yo hemos hecho lo otro…».
—Sí, y siempre estaba saliendo con otra persona.
—Siempre te estabas revolcando con otra persona —lo corrigió Ashton—. Pero a la que deseabas de verdad era a __________.
—Solo éramos amigos.
—Sigo sin entender por qué nunca le entraste —dijo Ashton sin advertir la tensión que agarrotaba cada músculo del cuerpo masculino.
—Dejemos el tema —dijo Luke. Fue más duro de lo que había pretendido pero al menos su primo cerró la boca con un arqueo sorprendido de las cejas.
Luke regresó al ordenador e intentó quitarse a __________ de la cabeza pero los comentarios de Ashton le devolvieron todos aquellos desagradables recuerdos del instituto, cuando se había ido a vivir con su padre. Por aquel entonces estaba fuera de control, bebía, iba de juerga en juerga y no paraba de meterse en líos. Casi quince años después veía su comportamiento como lo que era. Una llamada de atención hacia un hombre que veía su breve matrimonio con su madre —por no hablar del propio Luke — como un error. David Hemmings apenas se había quedado con la madre de Luke, una camarera de Las Vegas, el tiempo suficiente para dejarla embarazada.
Si bien la había dejado con una compensación, más que generosa, durante la mayor parte de la vida de Luke su contacto con su hijo se había limitado a unas cuantas tarjetas de Navidad y cumpleaños (siempre acompañadas de un gran cheque) y una visita al año, de vez en cuando dos.
Cuando Luke cumplió los diecisiete años y hacía el último curso en el instituto, su madre, que ya no soportaba más el comportamiento cada vez más alocado de Luke, lo había enviado a vivir con David. Había llegado el momento, le había dicho, de que su padre hiciera algo más que poner dinero para solucionar el problema.