Emm... ¿Un revolver, por favor?

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Ayer fui a Morón a resolver un problema con mi obra social. Antes, había una oficina acá, en Marcos Chás; ahora, la más cercana está ahí.

Emm... ¿Un revolver, por favor?

Mi obra social está desapareciendo; no debe haber presupuesto para mantener oficinas ni personal. Todo está yéndose al carajo. Y el día que me enferme voy a tener que hacerme un té con miel y curarme con eso.

Esto es así, todo cae... El ser humano está cayendo; y cuando la situación llega a un punto límite, el sistema patina de nuevo y todo vuelve a caer un poco más; hasta la misma inmundicia de la caquedad..., en donde está el hombre ahora, con su egoísmo y falta de amor.

Llamé a la obra social antes de ir. Porque si no lo hago, seguro, surge algún problema y no atienden. Siempre pasa que si no me cercioro de las cosas, al fin salen mal. Estos lugares abren de lunes a viernes, mañana y tarde; pero, cuando yo voy, algo pasa y están con puertas cerradas.

La oficina abre a las nueve... De acá a Morón habrá una hora y cuarto en colectivo; debería tardar menos, pero entre Marcos Chás y Merlo hay muchos barrios y, más adelante, se mete en Castelar y da mil vueltas. Y así, con el bamboleo del colectivo, no hay manera de no llegar a destino hecho un boludo.

¿Por qué estará lejos la oficina? Todo tiene que estar tan lejos... Parece a propósito. El mundo me odia. Si habría nacido en Morón, seguro la oficina estaría acá, en donde vivo ahora. Porque así soy, siempre estoy en donde no tengo que estar.

Por teléfono, me dijeron que, hasta el momento, andaba todo bien; que podía ir... ¿Hasta el momento? Sonó a que Fulanito, del otro lado de la línea, no estaba seguro con su afirmación. Él mismo me dijo que me límite a ir solo con las fotocopias de los documentos que tenía que presentar... Y si me dijo eso, ¿por qué voy a hacer lo contrario? ¿O a caso quién me creo?

Llegué a la estación de Marcos Chás a las 7:15 hs de Mañana. El horario del colectivo es a las 7:30 hs. Debía esperar 15 minutos hasta que llegara, pero esperé 35 minutos hasta las 8 -05hs. Lo pedorro es que si habría llegado 8 -05hs, seguro, el colectivo -bien putito que es- habría llegado a horario, y lo habría perdido. Porque esa es mi suerte. Además, no sé para qué hay horarios en esta Argentina, si nadie los respeta. Así estamos: para el ojete.

Emm... ¿Un revolver, por favor?

Cuando subí, los mejores asientos estarán ocupados. Hace tiempo inventaron una parada anterior a la mía, y mucha gente sube ahí. O sea que, encontré varias caras mirándome y burlándose -por dentro- por haberme quitado el asiento... Y no soy perseguido.... Se burlaban de mí... Si.

Me senté en un asiento delantero. Lo más lejos que pude llegar sentado ahí fue hasta la parada siguiente, donde subieron dos mujeres embarazadas y un anciano. Luego, el conductor, con voz gruesa, dijo: "Asiento, por favor". Toda la emoción por haberme sentado se evaporó. Nací, y así me trata la vida... Como si hubiera querido nacer.

En el viaje me imaginé encontrándome con una oficina cerrada y un cartelito diciendo: "NO HAY SISTEMA". Toda esta burocracia tiene por objeto hacerte sentir un infeliz... Una hormiga que depende del sistema para curarse de las enfermedades.

Emm... ¿Un revolver, por favor?

¿Y qué se piensan? Cuando llegué, luego de haber hecho cola media cuadra, un menganito me indicó que no había manera de darle validez a las fotocopias sin los originales. Por consiguiente, me empezaba a dar cuenta de que a mi viaje lo había hecho al pedo, y que iba a tener que recorrer la misma cantidad de kilómetros para volver, y todo para nada.

Le expliqué a Menganito que un Fulanito me había dicho por teléfono que no eran necesarios los originales, pero este ni siquiera se molestó en consultarlo con algún superior y mantuvo su posición.

-...¿Pero quién te dijo eso?

-Fulanito.

-Pero acá no trabaja ningún Fulanito.

Miré a mi lado y vi cómo la señora de la fila de al lado estaba entendiéndose perfectamente con el empleado de su ventanilla... ¡Todo una mierda! Tuve la suerte de elegir la fila atendida por el más culo a revés de la oficina. Así soy yo.

Al fin, luego de un rato de cruzar palabras con Menganito, y por cuestiones de salud y de que no pase a mayores, volví a mis pagos sin haber hecho nada.

Emm... ¿Un revolver, por favor?

Al volver, me robaron. ¿Y saben cómo me robaron? Robándome. ¿Porque saben a qué se dedican los ladrones? A robar... Y sí. En estos tiempos, los pibes andan re duros y la droga hace que no les importe nada. Y si te tienen que matar x 1000 pesos, te matan.

Pero, entonces, al ladronzuelo le hice mi pregunta:

¿Un revolver, por favor?

Me miró, como quien mira a otro para adivinarle el pensamiento. Seguro, observó mi profundo sufrimiento y mis ganas de suicidarme, y me dio el arma que tenía en sus manos. En ese instante no pude creer la situación. ¿Cuán devastado estaba yo para que un hombre así se apiadara de mí? Imagínense. Aquel ladrón se había transformado en mi salvador.

Y... cuando tuve el arma en mis manos..., le pegué un tiro a él. Obvio, sino quién les estaría contando esto.

A parte, darse un tiro debe doler... ¿O no?

Dicotomía y otros cuentos desquiciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora