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advertencia: trío,+18
DEVORANDO . . .
—... ¡Hola! —exclamó Juani ante la pantalla—. ¡Nooo! Ay, ya se unieron y ni avisé. Que genios. Hola, hola, hola. ¿Se escucha? Si se escucha no me digan que no se escucha, me ponen nervioso.
Sonreí, ocultando mis risas mientras miraba el celular. Juani me dedicó una mirada de reojo, lanzándome el rollo de servilleta.
—Bueno, como ven, hoy estamos en un lugar distinto —extendió los brazos, señalando la cocina—, rompiendo la rutina. Y como lo prometido es deuda, ¡acá! Está eso que les debía... Dale, tarados, tienen que entrar a escena.
—Ah.
Rápidamente nos posicionamos a los costados de Juani, saludando a la cámara con sonrisas grandes. Pipe enrojeció totalmente al hacerlo, ya que no le gustaba estar tanto frente a la cámara, sino detrás, grabando todo como siempre.
Los brazos de Juani envolvieron nuestros hombros, apretándonos contra él con una tierna sonrisa enorme.
—Igual no es solo cocina —agregó—. La hora ya va más corte...
—Chupi stream —sonreí con inocencia, agarrando el vodka fuera de cámara para que lo vean—. Hay de todo.
—Alcohólica que sos —se burló Felipe mientras Juani hablaba a cámara, acercándose para que solo yo lo escuchara.
Empujé su cara lejos de mi oído y apreté la botella contra su pecho.
—Si vos también tomas, ¿qué te haces el santo?
Revoloteó los ojos con diversión, empujando mi cara esta vez.
Felipe y yo nos conocíamos desde que éramos chicos, con apenas meses de diferencia. Mientras que él siempre había ido por el mundo del cine y el teatro, lo mío era la música.
Había sido gracias a él que Juani y yo nos habíamos conocido (bueno; no solo a Juani, a muchos otros amigos también), y desde ahí los tres nos habíamos vuelto un poco inseparables.
No era la primera vez que estaba en un stream de Juani; había estado en el primero, aunque detrás de cámara y muy silenciosa, y había participado de algunos más. Felipe, en cambio, solo había estado presencialmente en uno.
Y así siguió el directo, con mucha charla y baile entremedio; de los tres, era en realidad Felipe quien se encargaba de cocinar cocinar, y nosotros lo jodíamos y hablábamos con el chat.
—¿Qué opinan de las relaciones abiertas? —la voz robótica nos dejo pensando unos segundos, y Juani tomó la palabra, con la botella de tequila en mano como micrófono.
—Yo creo que relación abierta no —dudó—, pero capaz algo casual sí.
—Bue, la misma mierda —respondí, dándole un trago al fernet que había preparado.
