𝐂𝐨𝐧𝐟𝐞𝐬𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞: 𝐋𝐚 Ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐋𝐚 Ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝
Mi historia no se trata tanto de estrategia o movimientos inteligentes, ni tampoco de fuerza. De hecho, es una combinación de pobres esfuerzos por ser algo que no soy y decisiones precipitadas que, por alguna razón llamada suerte, no me han salido mal.
El viernes en particular era un día que había estado intentando ignorar. Después de perder mi teléfono, entré en cierta crisis por saber quién lo tendría. Honestamente, no me preocupaba mucho que alguien viera su contenido. Xavier lo había protegido tan bien que estoy segura de que lo más probable es que las supuestas ladronas lo hayan tirado a la basura al no poder acceder a lo que estaba detrás de aquella clave. La razón de mi evasión tenía nombre y apellido, y curiosamente se relacionaba con una persona que en este momento odiaba cada día mas: Izan Sanders.
Exitosamente, había guardado su número en el nuevo teléfono que Hazel me había dado y, recordándole su promesa, el niño parecía más que dispuesto, recordándome todos los días el dichoso evento importante que tendría lugar en el lugar que me traía varios malos recuerdos. Esta misma mañana del viernes, Hazel faltó a clase, pero sorpresivamente lo encontré en casa cuando llegué. De cierta forma, no sabía qué le pasaba. Caminaba de un lado para otro, subía y bajaba, yendo y viniendo al gimnasio, de manera que estaba todo sudado. Incluso me pareció verlo hablando con el perro. No quise violar su privacidad, pero tengo ojos y oídos, además de una gran intromisión de la cual él parecía haberse olvidado. Supongo que pasar por mi presencia es algo en lo que es experto, porque cuando dieron las siete de la noche, yo ya estaba a punto de estallar de los nervios. Pero fue a esa hora que él se fue sin decir palabra, justo cuando me levanté del mullido y verdoso sofá para intentar cumplir con mi palabra.
Hoy necesitaba ser irreconocible, al menos desde lejos. Saqué una de mis maletas más grandes y pesadas, aquella que Hazel subió por la colina aquella noche, y que mantenía dentro una gran caja metálica con más maquillaje y accesorios de los que podría imaginar. Y justo en su embalaje, estaba aquella peluca negra que no había utilizado, pero que hoy sería mi única arma contra lo que sea que enfrentara en ese lugar.
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—Jodie, cariño. ¿Puedo llamarte así, verdad?
Un nuevo bufido escapó de mis labios, y aquel descarado adolescente pareció encontrar la situación aún más divertida. Tuve que recogerlo yo misma unas cuadras de su casa, y desde allí me prestó su auto para llegar al bar (sí, tiene auto), aunque por razones legales aún no lo usaba. En cuanto el chico, que apenas sobrepasaba el metro sesenta, me vio, no ocultó su gusto por mi supuesto nuevo cambio de imagen, asegurando con convicción que yo quería impresionarlo. Aunque no nos llevábamos muchos años, su inmadurez me exasperaba un poco.
—No. — respondí, como por décima vez.
Estábamos a punto de entrar, pero no me tranquilizaba en absoluto tener los ojos del menor fijos en mi trasero. Una vez más, volví a mirarlo con cierto reproche, pero él simplemente lo ignoró y aprovechó para mirar la parte delantera de mi vestido negro, que definitivamente no dejaba rastros ni de Jodie ni de Inna. Sobre todo porque el corsé que venía con el vestido daba la impresión de que me había sacado órganos para tener aquella cintura, algo que el chico volvió a mencionar mientras se acercaba a mí. Parecía no importarle que, gracias a los tacones, me viera mucho más alta que él; de hecho, parecía orgulloso.
—Viene conmigo, amigo, mi mujer. — fueron las palabras que salieron de su pubescente boca, mientras mantenía su mano ceñida a mi cintura. Miró al guardia con superioridad y, con su mano libre, extendió unos cuantos billetes que el hombre tomó mientras bufaba en silencio y nos dejaba pasar.
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Verdad Dorada
Mystère / ThrillerEn el tranquilo pueblo de Hillcrest, la vida de Inna transcurre sin sobresaltos, siendo su único problema el hecho de estar enamorada de su mejor amiga de la infancia. A medida que su vínculo con ella se desmorona, se desencadenan una serie de event...