XVI

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Desaparecer sin dejar rastro era algo que James hacia a la perfección, esconderse y pasar en frente de las personas que lo buscaban con desespero era algo que se le daba de forma excelente, después de todo, había pasado oculto junto con su hermano en aquellas murallas más años de los que le gustaba decir, así que ocultarse de la policía militar negándose a ir a la misma cabaña en el bosque que los demás resultó ser más fácil de lo que pensaba.

Dos veces al día se colaba en la habitación en donde Erwin se encontraba, algunas era tan fácil como sobornar a los guardias con algunas monedas y lo dejaban pasar sin interrupción por cierta cantidad de horas, y otras tantas veces, cuando se negaban a dejarlo pasar, los dejaba inconscientes como si nada, se sentía como una rata que se retorcía entre los huecos de la ciudad, y era lo que estaba haciendo.

—Deberías de dejar de entrar aquí de esa forma James. —Regaño Erwin mirando al pelinegro entrar por la puerta, y detrás de su cuerpo, varios soldados inconscientes, o eso quería creer.

—Quizás lo haga. —Respondió James sin prestarle mucha atención, había pasado un par de días en los cuales no pudo ir a verlo, días en los cuales se sintió con un vacío en el pecho. —La policía militar es bastante idiota, la ubicación de Historia es muy evidente, y aún así ha pasado un mes entero sin que sepan en donde se oculta. —El chico se dejó caer en la cama del contrario, estaba aburrido de seguir escondiéndose, miro su mano, si el se encargara personalmente de acabar con aquellos que los perseguían sería más fácil vivir, si el se transformara en titan y los matará, ¿Todo iba a ser más fácil para Erwin?

—Y aún así, están un paso más cerca de saber en donde se encuentran. —Erwin se levantó para ir a sentarse junto a su pareja, se veía como siempre, esa mirada que intentaba aparentar ser sin sentimientos, realmente le gustaba, porque el no prestaba atención a aquella capa externa, Smith conocía a la perfección aquel interior tan diferente.

James bufo, tapando su rostro con su antebrazo, quizás debería de empezar a actuar con el plan B, había escuchado que Rod Reiss estaba buscando a su hija, ¿Para qué? Era muy sencillo: Si Eren tenía al titan fundador, Rod iba a querer quitarle ese poder y devolverlo a donde originalmente pertenecían, y si capturaban también a su hermano, era muy posible que lo devoraran para intentar poseer su poder.

—Hace un rato escuche que para mañana en la tarde, van a ir hasta esa cabaña en el bosque. —Informó el pelinegro después de unos minutos, en los cuales Erwin le dejaba varias caricias en su cabello, caricias que amaba sentir, y que le habían hecho falta en esos dos días.

—Ya veo, haré que alguien les lleve el mensaje lo más rápido que puedan. —Hablo con un tono más suave. —No mataste a esos soldados de afuera, ¿Verdad? —Arqueo una de sus cejas ante su pregunta.

—¿Por qué crees qué es lo que yo haría? —James se sentó en la cama cruzándose de brazos. Lo admitía, si los quería matar por ser un estorbo, pero lo más que hacia era dejarlos inconscientes. —No Erwin, no los mate, solo están inconscientes.

Erwin despeino el cabello negro de su pareja con cariño, sabía que iba a decir eso, más quería escucharlo decir tales palabras tan sencillas, desde aquel día en el que James tomó la iniciativa de besarlo, y aunque sus palabras no habían sido las mejores para indicarle que le preocupaba su bienestar, parecía estar más alegre en cuanto demostrarle pequeñas muestras de amor, y junto con lo que ya hacía de forma más leve, le pareció la cosa más tierna que ha hecho en los años en los que estaban juntos.

Y James sabia que si torturaban por alguna razón a su Erwin y el se llegaba a enterar, el mundo dentro de esas murallas no iba a sobrevivir, especialmente aquellos que lo fueran a hacer. Porque algo tenía muy claro: El bienestar del comandante Erwin Smith estaba en sus manos. Y no iba a dudar ni un segundo en matar aquellos que atentaran contra ello.

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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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