Mundo sin igual - Erwin Smith

XII

La expedición número 57 daba inicio, era una simple misión de reconocimiento en donde Erwin esperaba un ataque enemigo, era claro que unos días antes, había discutido el plan para esa misión con su pareja, y entre los dos dieron con la idea perfecta.

-Entonces la estrategia se trata de mantener a salvó a esos dos niños, esperando algún ataque del enemigo, teorizando que estos también fueran personas con algún poder de un titan, justo como Eren e Izan. -James repaso el plan marcando lo más obvio antes de irse a reunir con los demás soldados.

-Es correcto, hay que prepararnos para el peor de los casos. -Respondió Erwin terminando de acomodar aquel uniforme del pelinegro.

-¿Y cómo crees que el enemigo no va a saber qué eso vas a hacer? -Interrogó el más bajo ladeando su cabeza sin entender el porque su uniforme se tenía que ver bien.

-Porque a todos se les va a dar un informe falso sobre el paradero de los dos, y por supuesto, tampoco van a saber en qué lugar irás tu, serás nuestra arma secreta en caso de un ataque de más de un enemigo.

James no entendió eso, ¿Él sabía de su poder de titan? No, era imposible que se enterara así, quizás se refería a sus habilidades con el equipo de maniobras , debía de ser eso, no había otra posibilidad.

-¿Y a mí me vas a dar también un informe falso comandante? -James se acercó más hasta el rostro del rubio con una pequeña sonrisa en su rostro.

-Claro que no, tu sabrás en donde estará por si te necesitamos. -Y con esa respuesta dicha, la pareja salió de aquella habitación para dar inicio a la misión de reconocimiento.

James iba en el flanco izquierdo, claro que se negó a ir en esa posición, con el pretexto de que no sabría a ciencia cierta que pasaría en el frente, y sin esa información, no podría actuar como debería de hacerlo.

La misión iba demasiado tranquila, cosa que no le gustaba al pelinegro, esos tres niños tenían que actuar de una u otra forma si ya conocen la identidad de Izan y Eren, así que no veía el porque no habían atacado.

-Maldición. -Su franco tuvo que rodear el bosque de árboles gigantes, y aunque no tenían la información o más bien la orden de dejar atados a sus caballos y adentrarse en el bosque con el equipo de maniobras, el dio la orden de quedarse ahí. Dejó a alguien a cargo y el se adentró en la profundidad de aquella zona.

-James, ¿Qué se supone qué haces aquí? -Fue lo que pregunto el comandante Smith, dándole la vuelta a la titan hembra que se mantenía cautiva.

James alzó una ceja con obviedad. -Escuche los cañones, vine a ver que hacían. -Respondió con neutralidad guardando sus cuchillas.

-Se que te preocupas por mi, pero como puedes ver, tenemos todo bajo control, regresa a tu.. -Y antes de que Erwin pudiera seguir hablando, la titan hembra grito, seguido titanes de todas direcciones empezaron a correr hacia ella, comenzando a comersela.

-Con que lo tenían todo bajo control, eh. -James comentó con el tono de voz más alto, perfecto para que el rubio lo escuchará, antes de saltar para empezar a matar a varios titanes, en un vano intento de protegerla.

Era algo obvio, esos tres niños no saldrían a pelear sin tener al menos una estrategia de huida, era lo primero que le enseñaban, todo plan debía de tener una segunda opción por si fracasaban, ya fuera un arma secreta o un plan de escape.

Al final, la titan hembra logró escapar gracias a esa distracción, logrando capturar a Eren mientras salía corriendo hacia la salida del bosque. James iba a ir tras ella, al igual que Levi, sin embargo, a el Erwin le dijo que se quedará con ellos, el capitan Levi podía encargarse de rescatar a ese niño, y como si sus palabras fueran sagradas, el no hizo nada para desobedecer, era el efecto que tenía su voz en el pelinegro.